Por Carlos Clemente
Poner orden en el penal de San Miguel ha resultado mucho más que una simple tarea administrativa: es un desafío que pone a prueba la capacidad —y la voluntad— de las autoridades. El contrabando dentro del Cereso más poblado de Puebla es escandaloso y confirma que la corrupción funciona como un sistema perfectamente aceitado.
En poco más de 30 días se han realizado cinco operativos –el más reciente este fin de semana- y, de forma increíble, en cada uno de ellos se han decomisado decenas de teléfonos celulares y distintos tipos de droga.
La pregunta es inevitable: ¿cómo es posible que, a pesar de las requisas, en todos los sectores del penal sigan proliferando los aparatos? El hallazgo recurrente de entre 15 y 30 equipos por operativo revela una red de corrupción que necesariamente involucra a funcionarios de distintos niveles, capaces de garantizar el ingreso periódico de nuevos dispositivos sin mayor obstáculo.
La versión oficial niega irregularidades en el manejo del penal, pero las denuncias de familiares de internos apuntan a otra realidad: cobro de cuotas por absolutamente todo.
Y en el centro de esta operación aparece un nombre que se repite en los pasillos y expedientes: Ernesto Orea, preso por delincuencia organizada, señalado como el verdadero administrador financiero del reclusorio.
El negocio es redondo. Las cuotas alcanzan todos los ámbitos: visitas íntimas, renta de celulares, venta de alcohol, asignación de celdas, talleres y hasta privilegios en los espacios comunes. Y no es poca cosa: el flujo de dinero que generan estas cuotas clandestinas es millonario.
A esto se suma un narcomenudeo descarado. En cada operativo se incautan drogas diversas —cocaína, cristal, heroína y marihuana—, junto con básculas de precisión, prueba clara de que la venta al menudeo opera con total normalidad y sin riesgo de extinción.
Decir que es viejo este sistema de funcionamiento del centro penitenciario y que así ha operado siempre, no es consuelo. Prometieron acabar con la corrupción y la impunidad.
¿A quién rinde cuentas el señor Orea? @noticiasreportero