Por Carlos Clemente
Otra vez la sombra de la corrupción se posa sobre una institución de educación superior. El Instituto Tecnológico de Tehuacán, orgullo académico del sur del estado, celebra su 50 aniversario no con honores, sino con sospechas de desvío y abuso.
Estudiantes denunciaron al director, Faustino Sergio Villafuerte Palavicini, por un presunto desvío de 3.5 millones de pesos, recursos recabados con el pretexto de financiar los festejos del medio siglo de vida del ITT.
Cada uno de los 4 mil 144 alumnos pagó una cuota extraordinaria de 650 pesos, supuestamente destinada a actividades académicas, culturales y deportivas.
Pero el resultado fue decepcionante: eventos mediocres, sin organización, y una carrera atlética que, pese a cobrar 200 pesos de inscripción a mil 500 participantes, ni siquiera ofreció agua a los corredores.
Los jóvenes aseguran que hubo patrocinadores externos cuya publicidad inundó el plantel, lo que evidencia que hubo dinero —y bastante—, pero nula rendición de cuentas. Villafuerte Palavicini, que está por cumplir tres años al frente de la institución, se niega a transparentar el destino del dinero ante la comunidad estudiantil.
Este lunes los estudiantes, agrupados en el Comité Estudiantil de Seguimiento, Supervisión y Auditoría Interna, se manifestaron en la entrada del plantel. Exigen que el director rinda cuentas, que se auditen los fondos y, de comprobarse el desfalco, que sea removido y sancionado.
Resulta inadmisible que una institución con el prestigio del ITT —que ha formado a más de 13 mil profesionistas— se vea manchada por la ambición de un funcionario. Tehuacán y su comunidad estudiantil no merecen este agravio.
El 50 aniversario debió ser un motivo de orgullo. En cambio, se convirtió en símbolo de lo que ocurre cuando la corrupción se disfraza de festejo y cuando quienes deberían servir a la institución la usan como caja chica personal.@noticiasreportero