Por Jesús Ramos
Ojalá no fuera así, pero Sergio Salomón arribará el mes que viene a la gerencia del Instituto Nacional de Migración en un clima internacional extremadamente tenso por las amenazas arancelarias que Donald Trump lanzó a México y Canadá.
A Sergio le tocará lidiar con una de las dos condicionantes que Trump puso sobre la mesa para fijar o no el despropósito de impuestos a las exportaciones que nuestro país envía al suyo relativo en esencia a contener el flujo migratorio.
La otra demanda fue frenar el tráfico de fentanilo que ingresa a la unión americana a través de nuestra frontera norte, algo en lo que ya ahondó Claudia Sheinbaum respecto a que los precursores de la droga tienen origen en países asiáticos, sin que citara China.
A ese clima crispado en menesteres migratorios ingresará Sergio el 16 de diciembre al gabinete ampliado de Sheinbaum con un mandatario norteamericano brioso y desbocado próximo a tomar el poder el 20 de enero.
Capaz es el magnate de gravar con el 25 por ciento de aranceles los productos, bienes y servicios que México exporta a los Estados Unidos por ser sello suyo el disparate y lo increíble de hacer.
Tarea exclusiva de Sergio Salomón no será frenar las nutridas caravanas de migrantes que ya iniciaron su travesía a los EU, como acusa Trump, incluso ahí habría que anexar las fuerzas del orden federal y estatales, pero es un hecho que asumirá una de las carteras más infernales en lo nacional e internacional de los meses por venir. (Suerte Sergio de todo corazón) @DiarioReporter