Por Carlos Clemente
A la presidenta Claudia Sheinbaum las encuestas la pintan con una aprobación elevada, pero con un gobierno que todavía no convence en los asuntos de fondo, como inseguridad, corrupción y economía. Un primer año de gobierno marcado por los contrastes.
Estudios demoscópicos indican que la inseguridad sigue siendo el problema que a diario golpea a familias y regiones enteras. La corrupción, que se prometió erradicar, sigue instalada en la percepción ciudadana como un mal crónico.
Mientras la economía, aunque se defienda en cifras macro, se percibe desde los bolsillos de los ciudadanos con inflación, salarios que no alcanzan y un ánimo social que reclama mejores tiempos.
Los ciudadanos advierten un gabinete carente de solidez y un partido que se deja ver antidemocrático, con pleitos internos y escándalos que salpican severamente a su movimiento y a la figura presidencial.
La mandataria conserva una valoración personal alta, mientras su gobierno arrastra críticas cuando se le mide en resultados concretos. La figura de Sheinbaum y su discurso convencen, pero la realidad cotidiana, no tanto.
A su favor, la 4T puede presumir que la presidenta Sheinbaum tiene una popularidad que supera la que tuvo López Obrador en su primer año.
Los programas sociales siguen siendo el soporte de la aprobación: las becas, los apoyos a adultos mayores y las transferencias garantizan el respaldo social.
Tiene buena comunicación política, se le ve serena en momentos críticos y cercana a los ciudadanos.
A un año de gobierno, Sheinbaum tiene un piso sólido en popularidad, pero con grandes temas pendientes que preocupan a los ciudadanos.
El aplauso está ahí, pero también el desencanto que asoma cada vez que la realidad contradice al discurso.
¿Y para cuándo el segundo piso de la Cuarta Transformación? Hasta ahora, todo indica que seguimos atrapados en la planta baja.
Para vislumbrar la ruta a seguir, esperemos el mensaje del próximo domingo desde el zócalo de la Ciudad de México, lleno a tope de simpatizantes bien organizados y espontáneos. Hay cosas que no cambian. @noticiasreportero