Por Jesús Ramos
No hay peor castigo para un partido político que el repudio de la gente. Pregunten al PRI. En Morena Puebla comienzan a mirarse cosas así en sus alcaldes opacos, soberbios, autoritarios, incapaces y corruptos.
Echen ojo a Zacatlán con Bety Sánchez, Tehuacán con Alejandro Barroso, Cuautlancingo con Omar Muñoz, Huejotzingo con Solís Valles, San Pedro Cholula con Tonantzin Fernández, Chiautzingo con María del Carmen Palestino y Huauchinango con Rogelio López.
Todos ellos son hoy el retrato del desgaste, de la inconformidad de la gente, enojo social, repudio colectivo. Coincidencia, no lo creo. En esas demarcaciones los gobiernos de la 4T quedaron mucho a deber en su accionar decente y honesto.
Turbas manifestándose contra ellos, reclamos airados, mentadas de madre por toneladas. Ayer mismo a Tonantzin Fernández inconformes les cerraron calles durante su informe de gobierno.
Antes la abuchearon en la feria, y con razón, el pueblo no soporta más la simulación de sus autoridades y se deja sentir. En Tehuacán y Chiautzingo los regidores y síndicos les dieron la espalda a sus ediles no acudiendo a sus informes. No estuvieron dispuestos a convalidar gobiernos fallidos.
Apenas un año de administración y ya ni sus propios cabildos les toleran. Si ellos no les confían imagine a la gente que gobiernan. El problema no es menor, Morena se desangra en los municipios donde ganó con la bandera del cambio y la 4T, los ediles son el verdugo.
Esos bastiones se han convertido en caldo de cultivo del encono y facturas por cobrar en las próximas elecciones del 2027. La gente protesta, los aliados se alejan, los informes municipales reflejan el descontento de propios y extraños.
Si algo debería preocupar a la dirigencia morenista no son las marchas de la gente, sino el resentimiento silencioso que se gesta en comunidades, barrios y colonias, porque cuando el ciudadano pasa del enojo a la decepción, ya no hay discurso que le reconquiste, de eso se cimentan las derrotas.
Al paso que va, Morena podría perder en el 2027 municipios que ganó con mayoría aplastante, cabeceras distritales, ciudades importantes, no por obra de la oposición sino por culpa de alcaldes como los aquí citados. El poder cuando se ejerce con soberbia y corrupción tiene fecha de caducidad. @noticiasreportero





