Por: Jesús Ramos
No es cualquier lugar, es el municipio donde nació el gobernador. Ahí vio la luz del mundo por vez primera. Y en la pila bautismal de la parroquia de San Sebastián, con la cabeza ligeramente inclinada abajo mientras sus padrinos le sostenían el cuerpecito, le echaron jicarazos de agua bendita para imponerle el nombre de Luis Miguel Jerónimo.
Que el equipo de ganaderos haya ido allá, a su tierra, a reprimir a sus paisanos por oponerse al pago del DAP no se entiende, cuando el trato en dado caso tendría que ser generoso, terso y preferencial en atenciones, programas y proyectos. Si no es ahora el momento de los zinacatepenses, cuándo.
Uno de los suyos está en la cúspide del poder, es gobernador, se sienta en el gran sillón de piel curtida donde se capitanea al estado de Puebla y se giran órdenes a los cuerpos policiacos, y a todo el gabinete, uno esperaría que para bien, aunque en Zinacatepec los uniformados se tundieron de lo lindo a la gente.
Descalabrados, magullados, golpeados, noqueados, de todo hubo el pasado viernes. Mujeres, niñas y adultos gritando su miedo y angustia, su enojo y desilusión, por testimoniar en pellejo propio que los policías estatales que les tendrían que cuidar les reprimieron.
Negados a pagar el alumbrado público por ser una decisión anticonstitucional aprobada por el Congreso del Estado, pero impulsada por Luis Miguel Jerónimo y el alcalde, se manifestaron para decir que no al cobro. Y estaban en su derecho a externar el reproche cuando la orden desde la capital poblana fue girada para callarlos a tolete limpio.
Sin embargo en vez de silenciarlos la cosa se puso peor, videos, fotografías y materiales gráficos con evidencias de golpeados, en las redes sociales, fueron divulgadas para enterar al mundo lo que ocurría en Zincatepec, en cuya parroquia, ubicada a pocos metros de ahí, se archiva todavía la fe de bautizo de aquel Luis Miguelito Jeronimito al que le mojaron la mollera con agua bendita en la década de los 50.
Lo que ocurrió en esa pestaña de ingreso a la sierra negra no fue un hecho aislado, antes, ya habían habido expresiones de inconformidad al DAP en Nicolás Bravo, Ajalpan, San Gabriel Chilac, Zapotitlán Salinas, Coxcatlán, Santiago Miahuatlán y Tlacotepec.
La gente anda enojada, y no es para menos, les están quitando sus dineros a la mala los diputados que como Jorge Estefan Chidiac y Sergio Salomón Céspedes, aprobaron un DAP fuera de la ley.
Y no conforme el primero de ellos, sin el menor respeto a las familias poblanas, amenazó a los alcaldes de Coxcatlán y San Gabriel por derogar el cobro de la luz pública, no después, anden de pedinches para obras y proyectos. “Seguramente nadan en dinero”, dijo en tono sarcástico el priista.
Así, o más cínico. Así, o más insensible a las necesidades de la gente. @DiarioReporter