Por Carlos Clemente
Nadie sabe a dónde fueron a parar alrededor de siete millones de pesos de cuotas sindicales de los trabajadores del COBAEP que en tiempos del barbosismo se entregaron de manera irregular a Moisés Guerrero Gutiérrez vía la Dirección General a cargo de Santos Alfonso Serrano Méndez.
Bueno, en realidad sí se sabe. Fueron a parar a una cuenta bancaria personal del supuesto dirigente sindical, Moisés Guerrero.
Un hecho a todas luces irregular e ilegal, del cual la Secretaría de la Función Pública de Juan Carlos Moreno Valle Abdala, ha guardado silencio.
Se trata de recursos públicos que la DG del Colegio no debió haber entregado a Moisés Guerrero toda vez que su elección como dirigente del SITRACOBP fue impugnada ante los tribunales laborales y declarada ilegal el 19 de enero de 2023.
A partir de mayo de 2019, durante todo 2020 y parte de 2021, las cuotas de los más de dos mil 300 trabajadores sindicalizados fueron a parar a una cuenta personal de Guerrero Gutiérrez.
A pesar de estar obligado por ley a informar trimestralmente sobre el destino de esos recursos, se negó a hacerlo sistemáticamente.
Se sabía protegido del gobierno barbosista por haber realizado trabajo político-electoral.
Nunca informó nada. Y nunca nadie lo obligó a nada.
Las trapacerías y excesos de Moisés y Santos, generarían que ambos fueran destituidos del sindicato y de la DG.
Recientemente el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) instruyó a Moisés Guerrero a presentar dicho informe financiero ante la base y el nuevo comité del SITRACOBP que encabeza Javier Torralba.
Cabe destacar que las cuotas de los trabajadores, parte del año 2021, 2022 y 2023, se encuentran congeladas.
Hartos de la corrupción del sindicato oficial, el personal se ha agrupado en una nueva organización, el SITCOBAEP, que ha logrado la toma de nota y ahora disputa la titularidad del contrato colectivo de trabajo.
Próximamente el tribunal federal se pronunciará respecto del laudo de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, que declaró la nulidad de la elección a través de la cual el SITRACOBP obtuvo su toma nota.
En tanto, los trabajadores se encuentran en total indefensión, tienen doce años sin revisión contractual y urgen recategorizaciones, las últimas sólo favorecieron a familiares y amigos de aquellos pillos.
Acusan que son objeto de constantes violaciones a sus derechos laborales por el actual director general, José Luis Nájera Muñoz, sobrino del difunto y quien utiliza la estructura del Colegio para jugar al mapache electoral y hacer pingües negocios, se sabe.
Y como si no se hubieran robado nada, Moisés ocupa su base en el plantel 20 de Pueblo Nuevo y Santos goza constantemente de incapacidades médicas.
Bendita impunidad en tiempos de la 4T. @DiarioReporter