Por: Jesús Ramos
¿Qué resultará del proceso interno del PAN? Un PAN sumiso frente al Poder. Ni Augusta Díaz de Rivera ni Genoveva Huerta auditarán el desempeño del gobierno barbosista, eso está visto, por tanto, ninguno marca diferencia.
El simple detalle les confina a no ser oposición verdadera en un Estado donde todos los partidos, todos, son aliados de una o mil maneras de esta administración estatal.
Si Genoveva antes no fue censor crítico de las malas decisiones del gobierno, no lo será en el futuro. Y si Eduardo Rivera Pérez tampoco se puso en ese papel, Augusta y Marcos Castro, sus propuestas para la renovación del CDE, le quedarán a deber a la militancia en ese sentido.
Son PAN con lo mismo ambas ofertas. Descafeinadas, sin proyección de crecimiento real, sin contraste y sin sello distintivo. La sumisión será la condena del panismo poblano de aquí al 2024.
Descalificar al barbosismo por el estancamiento democrático en que se encuentra Puebla, sería poco profesional. En dado caso, hizo trabajo político y alianzas, y las logró. En los partidos recaería esa culpabilidad, siendo objetivos.
Y aquí es donde viene la contraparte. Si no serán críticos ni oposición verdadera, entones, lo que resulte de la renovación del PAN es que Genoveva o Augusta, serán aliadas del poder.
Lo que observaron los invitados a la toma de protesta de Rivera Pérez, entre ellos Felipe Calderón y Marko Cortés, es lo que sabíamos desde la campaña pasada. Que su mejor hombre para la gubernatura es aliado del gobernador.
A Genoveva le ocurre lo mismo. No es que no sepa criticar la administración estatal o no tenga argumentos para hacerlo, está impedida y punto. Es aliada, lo mismo que su contrincante.
Sostener que una es mejor que la otra para el partido es ser tendencioso. Si acaso la diferencia estriba en que unas son lalistas y otras morenovallistas, pero en esencia, son lo mismo, aliadas del jefe de la comarca.
¿Sorprende que estas cosas pasen? Para nada. Lo que ocurre en Puebla es esa maldita costumbre de defender los intereses de uno u otro grupo político, evidenciando los propios, cuando en realidad es que ninguno es malo o peor, simplemente son lo mismo. @DiarioReport