Por Carlos Clemente
El gobierno de Barbosa ha sido incapaz de garantizar la seguridad y los derechos de las víctimas de desaparición forzada –que en Puebla suman más de 9 mil-, ni de sus familias buscadoras; por el contrario, su gobierno ha invisibilizado esta problemática.
El terrible feminicidio de Blanca Esmeralda Gallardo, madre que desde enero de 2021 buscaba a Betzabé su hija desaparecida, se debe observar en el contexto de un estado en donde el gobierno es omiso, negligente y ciego ante la violencia que deriva en desapariciones forzadas y feminicidios.
Blanca Esmeralda se volvió activista y madre buscadora desde el momento en que su hija de 22 años y madre soltera, salió de su casa en Villa Frontera, junto con su amiga Fabiola Narváez con rumbo a la Centra de Abasto.
Nunca volvieron a saber de ellas. Nunca supo si Betzabé fue víctima de una red de trata, si permanecía con vida o no.
En su oportunidad proporcionó a la Fiscalía General del Estado (FGE) información sensible sobre un narcomenudista de la zona, a quien le atribuía la desaparición de su hija y hoy es el principal sospechoso de su feminicidio, el 52 en la entidad.
La Fiscalía nunca le informó los avances de las indagatorias, si es que las hubo.
Blanca Esmeralda participó el pasado 30 de agosto en la marcha del colectivo Voz de los Desaparecidos, donde denunciaron que el gobierno del estado no tiene voluntad política para apoyar la búsqueda de personas.
Lamentaron que la Comisión Estatal de Búsqueda carezca de recursos económicos, materiales y humanos para su trabajo; que la Fiscalía no investigue y que desde el gobierno se maquillen cifras para minimizar el problema.
En respuesta, el 31 de agosto Barbosa anunció que en los siguientes días se reuniría con todos los familiares de los desaparecidos, que expondría avances y se haría acompañar de gente de la FGE, Policía Estatal y la Comisión.
Más de un mes ha transcurrido y los familiares de las víctimas no han sido convocados por el gobernador.
De hecho, en lo que va de su administración, se ha negado sistemáticamente a recibirlos y escucharlos.
Varias fueron las expresiones de indignación social por la muerte de Blanca Esmeralda a manos de sicarios.
El clamor unánime es de justicia en un estado donde la impunidad alcanza niveles entre el 94 y 99 por ciento, de acuerdo al rector de la Ibero Puebla, Ernesto Patrón Sánchez.
El colectivo Voz de los Desaparecidos a través de un comunicado expresó a las autoridades estatales: “Déjense de discursos superficiales y garanticen los derecho y seguridad de las víctimas, los derechos y seguridad de las familias de personas desaparecidas”.
Casi al medio día, desde sus redes sociales, Barbosa condenó el asesinato, advirtió que se esclarecerá el crimen y se aplicará la ley contra el o los responsables.
Si tan solo el gobierno del estado y la Fiscalía hubieran hecho su trabajo, tal vez habrían encontrado a Betzabé y su madre no habría sido ejecutada. @DiarioReporter