Por Jesús Ramos
Recuperar la confianza en el gabinete estatal, es asignatura pendiente del gobernador Sergio Salomón. Demostrado está que con la misma fórmula no puede obtener resultados diferentes.
Con echar ojo al transporte público, economía, obra, educación, inseguridad y otras cosas nos damos cuenta que no se avanza, que seguimos estancados, contrastante todo eso con el dinamismo de un mandatario hiperactivo que no para y se muestra distinto.
Cada mes sin correcciones es mes perdido con mandato acortado. Sabedores estamos que el fallido gobierno del difunto se debió en gran medida a lo pequeño de sus funcionarios de primer nivel y a lo inepto de su círculo cercano.
Tampoco dejemos fuera de responsabilidad a sus parientes Julio Huerta, Germán Huerta y Hugo Caballero, entre otros, incrustados en el aparato de gobierno más para destruir, amenazar y hacer negocios que para edificar.
La limpieza de gabinete no es opción, es necesidad. Se contamina el mandatario con lo que tiene. Le tiznan de lo malo. El pasado de ellos no es prestigioso, nada bueno les acredita, al contrario, son responsables del daño irreversible causado al Estado los últimos cuatro años.
Hablamos la semana pasada de la salida de José Luis Sorcia de la SEP y el arribo de Isabel Merlo a Educación. Sinergia refrescante que continuará con Biestro en Trabajo, América Rosas en Igualdad Sustantiva, Elsa Bracamonte en Transporte, Olivia en Economía y Vergara en Cultura.
Sergio Salomón no purifica los pecados de los secretarios que le acompañan por piadoso que este sea. Se piensa lo peor de ellos. Referencias desagradables y quizá injustas de unos arrastran a todos. Su fama es terrible e incompetente.
Creer en un gabinete sin méritos resulta imposible. Debería confiarse en él y no se confía. Olivia como el cuento de Pedro y el Lobo con inversiones gritadas a la prensa que jamás llegaron a Puebla.
Bracamonte con el pirataje que no se combatió y la modernización del transporte que nunca se concretó. América con la sororidad que negó a las mujeres violentadas, asesinadas y desaparecidas. Y así podríamos continuar con cada uno de los secretarios.
Fue aplaudido alegremente el relevo de Verónica Vélez en Comunicación Social, y los poblanos lo agradecen, pero don Sergio nos tiene con las palmas abiertas a la expectativa de más aplausos por los que faltan de esa limpieza necesaria. @DiarioReporter