Por: Jesús Ramos
Lamentable mensaje machista envió la XLI Legislatura en su presentación a los poblanos. Todas las fracciones parlamentarias mandaron varones a fijar posturas políticas desde tribuna y ninguna mujer.
De los partidos chicos como el Verde, Movimiento Ciudadano y PSI se entiende por contar con un solo espacio. ¿Pero… y Morena, PT, PRI y PAN? Cómo pueden justificar un error tan grave.
Ellas representan el 52 por ciento del padrón. Son inspiración pura. Guerreras de derechos y libertades. Lo más sagrado de nuestra cultura.
Fue una torpeza por dónde quiera que se le vea. Les ganó el protagonismo de macho poblano a Salomón Céspedes, Eduardo Alcántara, Néstor Camarillo y a Mariano Hernández.
Cierto que Salomón no subió a tribuna sino que lo hizo Roberto Solís, pero si él es el mandón de los diputados de Morena, ¿por qué no cedió la oportunidad a una mujer en vez de un hombre?
Incluso la fracción morenista tiene nueve legisladoras y siete legisladores. Ellas son mayoría como puede notarse.
De las nueve curules del PAN, seis son de mujeres. Aquí también superan a los varones en número. Pero a Lalo Alcántara como a los machos alfas de Morena le ganó la testosterona.
El PRI tuvo tres oportunidades de representar a las mujeres poblanas con Isabel Merlo, Norma Sirley y Laura Zapata. No. No las dejaron pasar. Fue Néstor Camarillo el que subió a tribuna a exhibirse con una postura bastante tonta: “estamos listos para generar acuerdos”.
¿Qué tipo de acuerdos? Porque hasta donde se sabe los acuerdos cumbre a los que llegan los políticos y los partidos son los oscuros, los de interés personal, son esos que traicionan al pueblo y a su militancia. ¿O no? ¿Está listo el PRI para esos acuerdos? Uff.
El PT no cantó distinto las rancheras. Mitad de las seis curules son de mujeres. Y mujeres de nivel. Nora Merino, Mónica Silva y Guadalupe Yamak brillantes y talentosas por igual. Pero no. El pelo en pecho y el lomo plateado de Mariano Hernández le pesó más que la inteligencia.
Y claro que las porciones de torpeza deben repartirse. A Salomón Céspedes le toca la tajada más grande por ser el presidente de la Junta de Coordinación Política. Y es que pudo decirles a los partidos de la necesidad de que voces femeninas equilibraran el mensaje de género en la sesión de instalación de la LXI legislatura, pero no lo hizo.
El resto de la tontera habría que distribuirla entre Lalo Alcántara, Néstor Camarillo y Mariano Hernández.
En lo personal habría sido maravilloso que las mujeres hubiesen reclamado y obtenido ese derecho. No lo hicieron, y al callarlas a ellas, los machos callaron a todas las poblanas.