Por Alberto Pacheco
Todo servidor público, debería obligatoriamente, ser una persona admirable, inspiradora y con una hoja de vida realmente sobresaliente. En especial, la de aquellos que ocupan los puestos de mayores responsabilidades y capacidades de decisión, como lo son: los secretarios del gabinete estatal.
No obstante, estas posiciones tan relevantes, como la mayoría que emanan de decisiones políticas, se han ido devaluando de manera más que obscena, pues hoy, las ocupa cualquier persona cuyo único mérito es estar alineado al poder en turno, sin cubrir los requerimientos técnicos mínimos y muchos menos, con hojas de vida por encima del promedio.
En el actual gabinete estatal, salvo 1 o 2 honrosas excepciones, todas las carteras son de gente cercana a los afectos del gobernador Barbosa o, por gente recomendada desde muy altos niveles y que poco o nada se han preocupado por dignificar sus inmerecidos nombramientos.
Encima, han permanecido en sus cargos, pese a los desastrosos resultados e incluso, sonados escándalos de corrupción; repudiados por la ciudadanía, pero solapados desde quien toma las decisiones en el Estado, privilegio del que no gozamos los ciudadanos de a pie que, al más mínimo error, somos fulminantemente sacados a patadas de cualquier puesto de trabajo en el que no demos los mínimos resultados esperados.
3er lugar de los secretarios del gabinete estatal más infames: Gabriel Biestro
Sí bien, Gabriel Biestro no se ha visto envuelto en escándalos severos, llámese corrupción u otros delitos, ocupa la 3ra posición debido a la muy pobre formación técnica y/o profesional que posee para desempeñar una cartera tan relevante como lo es una secretaría del gabinete estatal, pues no tiene absolutamente nada destacado en su currículo, salvo el hecho de haber sido un excelente brigadista y repartidor del periódico regeneración y haber sido parte de los fundadores de Morena en la entidad.
Algo que si bien, es mucho muy valorado por el Presidente AMLO, pues para él, lo más importante es 90% de honestidad y 10 de experiencia o capacidad y la muestra está en que, esa honestidad para con el movimiento y lealtad al gobernador Barbosa, lo hizo diputado local y presidente del Congreso, sin un solo logro relevante para los poblanos durante su paso como legislador.
Incluso, aspiró a suceder a la ex alcaldesa Claudia Rivera y aunque no logró la candidatura, si se volcó en el trabajo a fin de boicotearla y que a la postre, terminara perdiendo la elección frente a Lalito Rivera, lo que hoy en día, le valió ser nombrado titular de la Secretaría del Trabajo, sin que de por medio, tuviera la mínima experiencia al respecto.
Semejante nombramiento, es solo el agradecimiento por los servicios prestados al gobernador, para que uno de sus cachorros más fieles no anduviera sin chamba y encima, a ver si por ahí, lograba lucir para que pudiera aspirar a algún otro puesto de elección popular; lo cual, se ve realmente complejo, a menos que fuese por la vía plurinominal, porque mediante el voto en las urnas, ni pensarlo.
Es un secretario gris, que solo transita a paso lento por este camino que le fue regalado y pavimentado de a gratis, además, no conecta con los ciudadanos y cuando la jerarquía política del gobernador Miguel Barbosa llegue a su fin, Gabriel Biestro correrá con la misma suerte, probablemente rescatado por algún alcalde o funcionario federal de los que son sus cuachiroles, pero más nada…
2do lugar de los secretarios más infames del gabinete estatal: Elsa Bracamonte
No hay mucho que decir respecto a la hoja de vida de la abogada Bracamonte, pues además de ser hermana de Mario Bracamonte, nada se sabía de la ahora titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte.
Aunque en su CV hay una formación profesional que destacar, esta es completamente ajena a temas de movilidad y transporte, es decir, que no contaba con experiencia alguna en posiciones similares y es fácil de inferir de las razones de su nombramiento.
La Lic. Elsa, no ha hecho otra cosa, más que poner de cabeza el ya muy deplorable sistema de transporte en Puebla, tolerando la aparición de rutas y taxis chocolates, dejándolos operar a sus anchas y con total impunidad.
Cada día más y más unidades chatarra e incidentes que protagonizan los cafres del transporte en Puebla, sin que a la secretaria, parezca importarle un comino.
Además, las unidades no solo no se han modernizado como se había prometido la última vez que se realizó un aumento de las tarifas del transporte, sino que ahora, estos jovenazos, van por otro tarifazo sin que la secretaria represente absolutamente nada, más que un accesorio decorativo, pues ni picha ni cacha y los mismos líderes del transporte, la ven como un total cero a la izquierda.
Sus inspectores mordiendo y enriqueciéndose como si no hubiera un mañana, mientras ella, dicen algunos, se quita el estrés, degustando las más exquisitas variedades de vino, contando sus jugosos ingresos y faltaba más, los días para que el hueso se le acabe, pues con este, se acabarán sus días en Puebla, al menos como funcionaria de primer nivel por el resto de su vida.
Pobres poblanos que nos tenemos que jugar la vida cada día en los microbuses, adonde no hay certezas de nada, mientras Elsa Bracamonte, brinda con una copa de cristal cortado, el vino tinto que muy probablemente, le emule la sangre derramada en el coliseo de la muerte llamado TRANSPORTE PÚBLICO POBLANO.
1er lugar de los secretarios más infames del gabinete estatal: Olivia Salomón
Si bien, ya se ha escrito mucho sobre la secretaria Salomón, no podíamos dejarla fuera del pódium, porque se ha ganado a pulso y de lejos, muy lejos, este ominoso reconocimiento como la secretaria más infame del gabinete estatal.
Puebla, ha caído estrepitosamente en todos los indicadores de competitividad, los rankings en cuanto pobreza, precariedad, generación de empleo, recuperación post pandemia, pero increíblemente y contra toda lógica: es la secretaria más poderosa y apreciada del gabinete.
No importa que los poblanos seamos mucho más pobres, que no haya empleo, que la entidad ha sido incluso superada por Tlaxcala en temas de competitividad, no, no importa que sus disque millonarias inversiones sean solo espejitos y mentiras, no, no importa que los salarios para profesionistas sean los más miserables de México o que seamos la entidad con mayor informalidad laboral y, en consecuencia, la entidad dónde menos personas gozan de las prestaciones sociales mínimas, no, no importa….
Porque la secretaria Salomón ha ido tumbando a uno por unos de sus adversarios que se encontraban también en el ánimo del gobernador y a la vez, colocando a sus incondicionales, a fin de lograr un cometido político que no es otro, más que buscar la nominación a la presidencia municipal de Puebla, sí, con semejante currículum bajo el brazo, la señora piensa que tiene los méritos suficientes para gobernar, porque en esa dicotomía asquerosa, en la que estos personajes se convencen de que entre más infames, son mejores, o más merecen, no ha dudado un solo segundo en utilizar al erario para este infernal propósito.
Porque bajo la justificación de presentar un programa que de innovador tiene lo que la invención del balero o el yoyo, anda recorriendo toda la entidad, donde los alcaldes sí o sí, deben juntarle a la gente, hacerle desayunos, comidas o cualquier evento para invitar a las féminas de sus regiones y que la secre Oli, se de baños de pueblo y se vea que trae punch, aunque el 95% de las mujeres que asisten a sus eventos, al salir, no recuerden, pero ni su nombre.
Esto no es un tema personal contra la señora Salomón, porque toda crítica o señalamiento pierde la subjetividad cuando se apoya en los números, pues estos, son fríos y en el caso de la secretaria de Economía, sencillamente no están de su lado, pero qué importa, si al final, el afecto del gobernador está con ella y eso…le basta, aunque seamos millones los poblanos a los que ya no nos alcance ni para lo más básico.
Puebla y sus infames secretarios…Nos vemos cuando nos leamos. @DiarioReporter