Por Redacción
Pese a estar prohibida la venta de celulares de dudosa procedencia, por no decir robados, se mantiene sin control en calles del centro histórico de Puebla capital, a pesar de que el gobierno municipal de Eduardo Rivera Pérez, asegura que mantiene operativos de vigilancia.
Los vendedores se apersonan en las banquetas de las calles, en la 8 y 10 poniente, con equipos telefónicos que rondan de los 300 a los 2 mil pesos, maltratados, viejos pero atractivos para la gente que se acerca constantemente a preguntar por ellos.
La comercialización de estos equipos de telefonía se lleva a cabo con toda libertad, aunque los vendedores tienen todo listo por si tienen que salir corriendo ante un operativo o la aproximación de inspectores municipales.
También hay vendedores que se instalan en pequeños espacios al interior de algún comercio y se hacen pasar como promotores o reparadores de equipos.
La mayoría de los equipos celulares se entregan desbloqueados, sin chip, sin cargador.
A lo largo de la calle 8 poniente se pueden encontrar decenas de personas que comercializan equipos, todos, de dudosa procedencia, sin control alguno de las autoridades municipales.