Por Jesús Ramos
Aventó el anzuelo queriendo que el pez tragara la carnada. No la tragó. Y por esa razón no coordinará la campaña de Alejandro Armenta. Bien vivo el canijo de Julio Huerta y los suyos.
Feo todavía sentimos. Echamos toda la carne al asador. No ganó. Nos dolió. Sin embargo, habremos de superarlo con el favor de Dios y mucha oración. Nuevos vientos soplarán en lo futuro, roguemos al Señor.
Se fue en blanco el anzuelazo, “hubiera” sido fantástica la coordinación, regalo divino, la queríamos de corazón. Cuando los políticos fracasan en Puebla es costumbre enviarlos al inframundo de la cuarta circunscripción para representar al partido y los talentos del candidato presidencial.
Julio lo hará, dicen sus gentes, “sobre sus hombros” recaerán los resultados de Claudia Sheinbaum en la elección presidencial de los estados de Morelos, Guerrero, Tlaxcala, la CDMX y nuestra entidad.
Con toda la estructura oficial a su favor, cientos de millones de pesos invertidos en él y con la orientación de dos docenas de asesores políticos, marketing y manejo de redes obtuvo el cuarto sitio en la contienda morenista pasada.
Sin un peso gastado, sin asesores y sin meterse a la batalla Tony Gali le superó en las encuestas para gobernador, ocupó el segundo sitio en preferencias electorales y conocimiento.
Rivera Vivanco también le ganó con ruedas de prensa bien planeadas y temas de interés, fue la mujer con las mejores calificaciones y números en gráficas de encuestas tanto de Morena como de firmas comerciales.
Pesada carga barbosista pesa sobre Julio, difícil librarse de ella, su cuarto sitio lo demuestra, humor auténtico del poblano que no acepta la regresión a un pasado reciente terrible y nefasto.
Nada pescó con el anzuelazo, triste situación la suya, el armentismo bendita sea la Virgen de Guadalupe se libró de ese modo feo suyo de ordenar, amenazar y mandar bien lejos a los que se desempeñan bajo sus órdenes. También se libró del cuarto sitio en resultados. @DiarioReporter