Por Jesús Ramos
Paola Angón es mujer de glamour en San Pedro Cholula, además de alcaldesa. Viste al último aullido de la moda. Se preocupa por su arreglo personal. Eso es buenísimo, fantástico. Y es bonita, porque no reconocérselo.
Sin embargo, tiene un romance endemoniado con el escándalo que raya lo sobrenatural. Es clienta de los señalamientos de corrupción y opacidad como leyendas jamás se contaron en la ciudad milenaria.
Aleks Syntek se presentará el 15 de septiembre en los festejos patrios de su municipio. Tremendo cantante y compositor. Es una estrella en el sentido más estricto de la palabra, canta maravilloso.
Gustará y emocionará a quienes tengan la dicha de escucharle. Pocos como él. Muy reconocido.
Una presentación suya cuesta 850 mil pesos. Vaya fortuna. Pero el contrato del ayuntamiento de Paola y Eventos Encore México, empresa que le representa fue firmado por 2 millones 146 mil pesos. Uf.
La diferencia entre lo real y lo irracional es inaudita. La alcaldesa gastará más del doble de lo que cuesta. Habría que inclinarse porque le están tomando el pelo y lucrando con su ingenuidad. Es probable.
Ella parece buena gente. Su porte y belleza no coinciden con el de una autoridad municipal corrupta y mañosa que infle costos para quedarse con tajadas deshonestas.
Un audio circulado en días recientes en San Pedro Cholula exhibe la charla de un regidor con un promotor del cantante, donde este último explica que Aleks Synteks cobraría 950 mil pesos si con él se hubiese firmado el contrato.
“Ahora te voy a mandar la cotización original de la empresa… Esas son chingaderas”, expresa sorprendido al enterarse del monto millonario que en apariencia cobraría la estrella a los cholultecas.
Por casos como el expuesto, regidores del cabildo que encabeza Paola Angón le desconfían. No tendrían por qué. Sin embargo, son tantos escándalos los suyos como estrellas en la cúpula celeste.
Al corte de listón del inicio de la Feria de Cholula no le acompañaron. Y para no aparecer sola en las imágenes, la alcaldesa invitó a Genoveva, Augusta y Blanca Alcalá, políticas foráneas todas ellas.
El glamour y la moda conceden a Paola una apariencia sensacional, espectacular, bonita, de gente decente, lo que no le abona a su buen nombre son los escándalos por opacidad y por inflar contratos del ayuntamiento.