Por Raúl Hermosillo
Para estar a tono, reinicio mis colaboraciones semanales en Reporter con un breve “testamento político” (por si las flies). Es un listado de expectativas y deseos para este 2022. Es decir, lo que me gustaría que ocurriera en mi país en los siguientes meses —esté o no esté yo aquí—, porque creo que serán cruciales para el futuro de nuestra joven democracia. Si al final del año seguimos en la lucha, tocará hacer el balance de cuáles expectativas se cumplieron y cuáles deseos fueron aplastadas por la cruda realidad.
Revocación de mandato. Espero que el grueso de la población no se preste a esta farsa y que solo participen activistas y simpatizantes de Morena. De esta forma confirmaremos dos cosas: que la gente ya no cae tan fácilmente en los engaños de la 4T, y que es solo una minoría, esa sí rapaz, la que está empeñada en arrastrar al país hacia un régimen autoritario de corte populista, como el que propone el obradorismo.
Ofensiva contra el INE. Cuando se quiera culpar al INE por el fracaso de la consulta y arrecien los ataques en su contra, espero que surja un gran movimiento ciudadano en su defensa. Y que, cuando se inicie la discusión de la reforma electoral que pretende minar la autonomía del Instituto, mucha gente salga a las calles dispuesta a defender a éste, que es, el último bastión de nuestra democracia.
Universidades públicas y mujeres. La ofensiva contra el CIDE es solo el preludio de la andanada que veremos este año contra el resto de las universidades públicas. Ojalá que los jóvenes sean sensibles a la trampa autoritaria que encierra el populismo obradorista y que salgan a la calle a defender la autonomía, la libertad de pensamiento y de cátedra en cada una de sus universidades. Espero, asimismo, que la movilización de mujeres en marzo en contra de la violencia y la ominosa parsimonia patriarcal del obradorismo, sea el detonador que prenda, de una buena vez, a las y los jóvenes.
Elecciones estatales. Deseo sinceramente que pierda Morena en los estados donde habrá elecciones. Sería la confirmación de que la gente ya se percató de que el PRI, en su agonía, se ha convertido en comparsa de Morena, y que Morena es el nuevo PRI; y, por supuesto, de que su intención es mantener las clientelas de apoyo electoral con dádivas, no con empleos, como lo hizo el PRI durante 70 años.
Contra-reforma eléctrica. Espero que naufrague este burdo intento de monopolizar la industria eléctrica y cerrar de nuevo el mercado energético. Ojalá que se logre un acuerdo para corregir las distorsiones de mercado existentes sin necesidad comprometer el futuro económico del país y de nuestra relación estratégica con Norteamérica. Si se concreta un cambio constitucional con el apoyo del PRI, ese partido quedará marcado en la historia como el fiel de la balanza que desencadenó la debacle económica nacional y el retorno a un régimen populista autoritario.
Estado fallido y narco política. Espero que la oposición en el Congreso, la ciudadanía organizada y la Corte, logren detener el intento del obradorismo de formalizar en la Constitución que la Guardia Nacional pase a ser parte de las fuerzas armadas. La militarización de la seguridad pública ya demostró ser el camino inequívoco hacia el narco Estado.
Pandemia. A pesar de la continua irresponsabilidad y torpeza gubernamental, espero que este año logremos transitar hacia la fase endémica de la pandemia y que, eventualmente, se desarrolle n fármaco más eficaz contra las distintas variantes del covid-19. Y lo más importante: ojalá que crezca la exigencia de que los responsables del mal manejo sanitario de esta tragedia sean llamados a cuentas.
Salud del presidente y gobernabilidad. Espero sinceramente que el presidente conserve su salud y concluya su mandato como lo establece la Constitución. Tiene razón al afirmar que, en su ausencia, puede haber un problema de gobernabilidad ya que en estos tres años ha centralizado casi todas las decisiones y ha minado la autoridad y fortaleza institucional del país, al tiempo que ha sobre-empoderado a las fuerzas armadas, grupos delincuenciales y otros poderes fácticos que quedarían libres de compromiso.
Sucesión presidencial. Finalmente, espero que este año se exacerben los conflictos internos en la 4T derivados de haber adelantado el proceso sucesorio y que pronto crezcan las traiciones, rebeliones y rupturas. Asimismo, espero que se consolide una alianza opositora que nos permita construir un bloque de contención robusto rumbo al 2024. @DiarioReporter