Por Raúl Hermosillo C.
Hay dos maneras de destruir un organismo autónomo, cambiando la ley para desaparecerlo o recortándole el financiamiento público para que muera de inanición.
Como el pasado 6 de junio le falló el cálculo al presidente y la ciudadanía no le dio la mayoría calificada a su coalición para cambiar la Constitución, ordenó a sus diputados recortar el presupuesto del INE para debilitarlo y que no pueda organizar la consulta de revocación de mandato de abril. Consulta que, como sabemos, es otro ardid propagandístico del presidente para seguir polarizando al país.
Según este guion, el gobierno y sus aliados acusarán al INE de haberla boicoteado, argumentando que contaban con recursos de sobra Y, para demostrarlo, nos recetarán los sueldazos de los consejeros. Luego, Morena y aliados, pedirán juicio político para algunos de ellos, y propondrán adelgazar al INE para “ahorrar” dinero. El presidente entonces podrá apropiarse del Instituto y ponerlo a su servicio rumbo al 2024. Simple, pero perverso, ¿no es cierto?
Lo que nunca nos dirá el presidente es que la revocación y la consulta popular, cuestan casi 6 mil millones de pesos y que solo él está empeñado en realizarlas. Ya vimos que la consulta para enjuiciar a los expresidentes fue un fracaso y está más que claro que nadie quiere que termine su mandato anticipadamente. Hasta los que criticamos su mal gobierno preferimos que se quede y que mejor ya se ponga a gobernar para que empiece a dar resultados. Cuando la gente votó por él, lo hizo por 6 años y, como sabemos, la ley no es retroactiva.
Tampoco nos dirá que el sueldo anual de los once consejeros en realidad no es nada comparado con lo que nos va a costar la dichosa consulta. 35 millones, antes de impuestos, no pintan, comparados con los 5 mil millones que cuesta instalar más de 161 mil casillas solo para que su feligresía vaya a votar en contra de la revocación. Bajarles el sueldo a los consejeros no resuelve el capricho.
Mucho menos nos dirá que casi la cuarta parte del presupuesto solicitado por el INE, están destinados a prerrogativas de los partidos políticos. Si lo que quieren es ahorrar, es muy sencillo, recortemos el presupuesto que el Instituto le asigna a los partidos políticos, que en 2022 será de casi 6 mil millones de pesos. O bien, cancelemos la consulta de revocación de mandato.
Pero ya sabemos que eso es imposible porque, como lo dijimos en estas mismas páginas desde septiembre, la 4T necesita oxígeno de donde sea y al costo que sea. Y para ello el presidente necesita estar en campaña permanente. Un gobierno sin resultados solo se puede mantener del discurso demagógico y la polarización. Y eso exige estar en campaña electoral permanente.
Por eso su insistencia en manipular la revocación de mandato para convertirla en “ratificación”. Por eso su insistencia en desvirtuar el espíritu revocatorio del ejercicio de consulta, con una pregunta a modo. Por eso su obsesión de que se realice este referéndum a como dé lugar.
Ahora que si, como todo parece indicar, no lograran juntar las 3 millones de firmas, el presidente ya tiene preparada la narrativa para culpar al INE, lo que le permitiría seguir en campaña de cualquier manera.
Ante esta andanada, el INE también está armando su juego. A raíz del recorte presupuestal, diversos consejeros advirtieron que el Instituto no emitirá el llamado a la Consulta de Revocación si no cuenta con los recursos necesarios para realizarla. El propio consejero presidente advirtió que el INE impugnará la decisión de la Cámara de Diputados ante la Suprema Corte.
El argumento se sustentará en lo establecido en el artículo 5to transitorio de la reforma constitucional en materia de revocación de mandato que establece que: “El ejercicio de las atribuciones que esta Constitución le confiere al Instituto Nacional Electoral en materia de consultas populares y revocación de mandato se cubrirá con base en la disponibilidad presupuestaria para el presente ejercicio y los subsecuentes”. En esa lógica, la suerte del INE y de la democracia constitucional, quedarían en manos de los 11 ministros de la Corte.
El INE podrá ser un organismo oneroso, pero lleva casi 30 años dando resultados y siendo garante de la confianza ciudadana y eso, no tiene precio. Hay que defender al INE. @DiarioReport