Por: Jesús Ramos
Una decepción, un fiasco. En eso estamos al momento entre los que se destaparon para la gubernatura. Un buen día Sergio Salomón entregó fertilizantes, su tocaya de apellido Olivia Salomón divulgó la imagen suya comiendo un taco placero y una cemita. Y tan tan.
Es notorio pues que no saben qué hacer después de decir al mundo que quieren gobernar Puebla. Claramente se aventaron como el Borras, no estaban preparados.
De Melitón Lozano y de Biestro como de Camelia la texana nunca más se supo nada. ¿Entonces para qué destaparse? No tienen agenda política, ni narrativa, ni estrategia terrestre, ni plan aéreo. Nada.
Tomarse una foto a ras de pueblo abrazando a doña Chonita, comiendo una memela o usando sombrero en las comunidades ya es obsoleto. Las personas no se tragan esa píldora y los críticos tampoco.
No lo aceptará el gobernador Barbosa y pondrán oídos sordos quienes le adulan, pero se equivocó en el tiempo de los destapes. Lo debió haber hecho después de la renovación de Morena, no antes.
Pero lo hecho hecho está. El señor tiró el tepache. Y los aspirantes lejos de aventarse ocurrencias, deberían planear mejor sus cosas, organizar sus eventos, darle la vuelta a la Ley Electoral para no incurrir en actos anticipados y ser más creativos, ¡por Dios!
Armenta tiene años haciendo campaña disfrazada. Ha sido persistente. No se cansa. Todas las semanas se escucha en el interior de la entidad y hace presencia en municipios y ciudades con la reforestación o con todo tipo de pretextos.
Las corcholatas del gobernador se perciben sosas, lentas, sin plan de acción, sin ingenio. Si creen que aumentarán su nivel de conocimiento y potencial de voto apareciendo junto a Barbosa en eventos como el de los chiles en nogada o la ceremonia de Gilberto Bosques se equivocan flagrantemente.
Lo que sí conseguirán junto al mandatario será incrementar sus negativos por el tremendo rechazo que la gente siente hacia él y que con toda seguridad puede transferirlos a quienes le acompañan en imágenes y videos.
Con López Obrador ocurre lo contrario. Sus altos porcentajes de calificación les caen de perlas a Ebrard, Sheinbaum y Adán Augusto. Una aparición junto al Presidente es un impulso sensacional.
El martes ciudadano Olivia Salomón fue a Teziutlán. Los mismos del gobierno lo dicen, ese formato de acercamiento con la gente no sirve de nada porque no resuelve problemas. Si Olivia cree que eso le suma, necesita aprender más de política para no restar. @DiarioReporter