Por Jesús Ramos
Sheinbaum no quiere un partido corporativo con líderes sindicales beneficiándose de prebendas políticas y puestos públicos como lo hicieron con el PRI por 70 años.
En las tablillas bíblicas leídas por Luisa María Alcalde el fin de semana, por tanto, no cabe Leobardo Soto de la CTM a quién Morena Puebla ha presumido en múltiples eventos políticos.
Tampoco entran en el esquema partidista de la Presidenta, Pedro Haces, René Sánchez Juárez, José Luis González y Alfredo Gómez, entre otros sindicalistas que les ha dado por arrimarse al partido guinda a ver qué obtienen.
El ordenamiento de Claudia Sheinbaum al morenaje fue claro, no quiere un partido de estado que comprometa espacios de elección, sillas en cabildos o servidores públicos para sindicatos.
Ellos que se dediquen a defender los derechos de los trabajadores, “a administrar sus cuotas” y Morena a visitar casa por casa llevando trípticos, volantes y folletos para ganar seguidores del partido.
¿Desafiará Morena Puebla a la Presidenta de la República invitando a Leobardo Soto y demás liderazgos obreros a sus eventos? Tendría que no hacerlo, pero si lo hiciera el mensaje de desobediencia rápido lo compartirían los mismos morenistas con Luisa María y Sheinbaum.
Ha sido camaleónico el cetemista poblano con el PRI, PAN y ahora con Morena, enriqueciéndose con cada uno de ellos, podría seguirlo haciendo, aunque ahora a escondidas, sin más tuitazos, selfies ni fotografías en colores guinda. @noticiasreportero.