Por: Jesús Ramos
¡¡Diputadilla del montón!! Así, fuerte, claro, abanicando con sus deditos recién pedicurados y frunciendo la boca despectivamente, tildó Jorge Estefan Chidiac a Inés Parra la legisladora indígena de la Sierra Negra.
Su actitud además de misógina fue la de aquel engreído que pa´ abajo no sabe mirar, dijera José Alfredo Jiménez. Y es que él no nació pa´ pobre, le gusta todo lo bueno.
A Estefan no le pareció que la legisladora federal de Morena reprobara el DAP, ese Derecho de Alumbrado Público que por culpa suya y de los demás diputados del Congreso de Puebla hoy debemos pagar los poblanos, aun, cuando transgrede la Constitución Mexicana.
Después de su metida de pata y con la intención de querer evitar tomar el curso de sensibilización por la violencia política de género en que incurrió, ayer pidió disculpas en su cuenta de twitter “porque cometí el error de dirigirme hacia su persona despectivamente”.
Hasta ahí digamos que el asunto va bien, sin embargo, líneas arriba de la excusa escribió así el que pa´ abajo no sabe mirar: “En días pasados ante el llamado a la violencia por parte de la diputada @inesparrajuarez cometí el error…”.
¡¡Ante el llamado a la violencia por parte de la diputada!! Hágame usted el favor le pide disculpas por etiquetarle de “diputadilla del montón”, pero ahora le construye fama de violenta, de incitadora. Pues mejor hubiera dejado las cosas como estaban.
Hizo lo mismo que hicieron los medios oficialistas, sumarse a la campaña de linchamiento contra Inés Parra y las mujeres que pugnan por derogar el DAP en Zinacatepec y otros municipios.
Cuántas veces hemos conocido al primo de un amigo que en vez de remediar la estupidez cometida termina por empeorar las cosas. Bueno, eso fue lo que hizo Jorge Estefan Chidiac, acabó de regarla.
También ayer mismo la agraviada, Inés Parra, anunció que denunciará por violencia política de género al diputado priista. Lo que quiere decir que no se salvará de ese famoso curso que el INE obliga a tomar a los políticos misóginos pasados de rosca.
Le obsequiarán su guía metodológica para la sensibilización de género, le capacitarán para respetar a las mujeres, le impartirán un taller para pedir disculpas de corazón y tendrá que llenar planas completas de un grueso cuadernillo con la consigna:
“Jamás, jamás, debo decirle a Inés Parra ni a ninguna otra mujer diputadilla del montón”. @DiarioReporter