Por Carlos Clemente
Los internos de Tehuacán están hartos de la corrupción y la violencia alentada desde la oficina del director del Centro de Readaptación Social, Samuel Cazarrubias Flores, en una nueva carta dirigida ahora al presidente López Obrador, detallan las irregularidades y exigen su intervención para frenar las violaciones a los derechos humanos de los internos.
Al gobernador Barbosa, le exigen dejar de encubrir a Cazarrubias y realizar una investigación a fondo para detectar toda la corrupción existente, desde venta de droga, alcohol, celulares, así como acoso y maltrato a las internas e internos, a través de una red de complicidades que involucra a varios funcionarios del penal.
La denuncia contra el director del Cereso, incluye el traslado el pasado 28 de abril, de dos mujeres embarazadas –una de ellas indígena- al penal de Ciudad Serdán, con reportes falsos de mala conducta, toda vez que se negaron a abortar.
El director del penal no podría explicar sin aceptar la existencia de corrupción, cómo en plena pandemia tuvieron lugar los embarazos de ambas reclusas.
Ambos traslados, reúnen un cúmulo de irregulares jurídicas y de violación a los derechos humanos de las internas, han puesto en riesgo su salud, su vida y el producto de sus embarazos de 5 meses y medio y 3 meses, respectivamente, pues en el reporte nunca se asentó que iban embarazadas.
Se trata de la tercera carta en lo que va del año, dirigida al gobernador Barbosa quien, está claro, no quiere poner orden en el Cereso de Tehuacán y tolera la incapacidad del secretario de Seguridad Pública estatal Daniel Iván Cruz Luna, quien a su vez protege por razones muy poderosas a Samuel Cazarrubias Flores.
De acuerdo a datos del documento al que tuvimos acceso, los internos piden investigar al titular del área Jurídica, quien es el que cobra piso; a la criminóloga que introduce todo tipo de droga que vende un interno de apodo “El miahuateco”, del módulo 3 y que la esconde en el taller de carpintería.
Piden además investigar a un médico a quien acusan de vender los celulares; a una licenciada del área de Industrias que administra la zona de visitas íntimas clandestinas; a la líder de “las bigotonas”, quien controla el negocio de la prostitución y al “Moi”, encargado de propinar los tablazos a los internos que rechacen comprar drogas o alcohol.
Es el tercer llamado de atención que hacen los reclusos, están hartos de la corrupción imperante y temen por sus vidas, sin embargo, Cruz Luna no atiende las denuncias y se niega a investigar a fondo las denuncias y a proceder contra el director del Cereso.
El barbosismo prometió limpiar la corrupción de los penales, pero en Tehuacán, nomás no ha querido entrarle. Por algo será. @DiarioReporter