Por: Jesús Ramos
Un malware embozado de usuario le solicitó amistad a Javier Mota en su cuenta de Facebook. Revisó sus testeos y le pareció normal. El periodista tehuacanero lo aceptó como acepta a cientos de personas que se interesan en su información.
La semana pasada desde la ciudad de Puebla alguien intentó transmitir en vivo desde su cuenta oficial. FB le pidió su autorización. Javier la rechazó pues se encontraba en Tehuacán. Cambió de contraseña inmediatamente por la amenaza de hackeo.
El domingo mientras se encontraba de compras con su esposa su cuenta envió el siguiente texto: “Queremos informar que hace unos momentos falleció nuestro hermano Adrián Javier Mota, más tarde daremos a conocer más datos, por su comprensión muchas gracias”.
Su FB era operado ya por el malware que había aceptado como amiga(o). Colegas suyos periodistas de su ciudad y la región le marcaron al celular, esperando que un familiar les confirmara el fallecimiento antes de atreverse a divulgar la noticia.
Por 30 minutos Javier estuvo muerto en Facebook.
Platiqué con él la tarde del lunes. Nos conocemos porque estudiamos periodismo en la misma casa de estudios, muchos amigos suyos son amigos míos. En octubre del año pasado recibió amenazas. Después de ellas, decidió acogerse al mecanismo de protección de periodistas del estado de Puebla.
Es toda una farsa, platica, la policía estatal va de vez en cuando a realizar rondines a su casa y regresa días después. En su experiencia, el mecanismo poblano de protección no sirve a quienes practican periodismo crítico, veraz, libre e independiente.
Piensa solicitar el mismo mecanismo a gobernación federal por recomendación de su abogado. No confía en el gobernador Miguel Barbosa ni en el fiscal Gilberto Higuera por entender que son cómplices en persecuciones, acosos y detenciones.
Sospecha que el hackeo que anunció su muerte se asocia a las críticas que realiza frecuentemente a Barbosa y al presidente municipal de Tehuacán Pedro Tepole, pero le queda claro que de los dos quien posee los recursos tecnológicos, financieros y humanos para realizar ese tipo de cosas es el mandatario.
En su mañanera de ayer, Barbosa reprobó el acto de intimidación y amenaza de que fue objeto Javier Mota e instruyó a la Policía Cibernética a investigar lo ocurrido.
Como lo concibe el periodista de Tehuacán, el gobierno del estado es poseedor de avanzadas herramientas tecnológicas para web, redes sociales y labores de inteligencia, razón por la que no planea pedirle ayuda a quien sospecha puede estar detrás de todo esto.
El mensaje fue entendido por Javier de esta manera: “se lo dijeron a Juan para que lo entienda Pedro, la amenaza es para mí, pero también para los que ejercemos periodismo crítico”. @DiarioReporter