Por Jesús Ramos
Eduardo Rivera Pérez se esfuerza por proyectar una unidad del PAN inexistente que bien podría clasificarse en el género de la mentira. Hacia el mediodía de ayer domingo posteó una foto con algunos cuadros de su partido aparentando lo que no son: aliados y amigos.
La imagen distorsiona la realidad. Fue tomada en el Salón Nubia de Zavaleta el sábado pasado. Falsa, así fue la sonrisa del alcalde de Puebla como la del resto de los que ahí aparecen, simulación pura.
Dese el tiempo, vaya a la cuenta de Twitter @eduardorivera01 y vea los rostros adustos de Humberto el Tigre y Paco Fraile. Y la señal de la “V” con los dedos siniestros de Genoveva. De ese encuentro no salieron con motivos mejores para hacerse amigos.
Lo que sí brotaron con generosidad fueron tremendas presiones a Lalo Rivera para que asuma una actitud diferente, varonil y crítica frente al gobernador Barbosa, no más sumisa ni complaciente con sus lamentables resultados.
Una postura con señalamientos abiertos por el fracaso de su gobierno, principalmente en temas de seguridad y obra pública, una que marque diferencia entre lo que es el PAN y lo ineficientes que resultaron Morena y su gobernador.
Una postura donde exprese su apetito sincero, honesto por arribar a Casa Aguayo en los comicios del 24 o de plano deposite su palabra de caballero ante la opinión pública y el PAN que no irá por el cargo de Barbosa. Que hable pues o calle para siempre.
A la reunión fueron convocados los 30 alcaldes del PAN, sólo asistieron tres, entre los ausentes cuente a Paola Angón de San Pedro Cholula. Y de los ocho legisladores locales únicamente fue una terna. Rafael Micalco y Mónica Rodríguez dieron prioridad a asuntos suyos de mayor importancia.
Con motivo de los tres años de gobierno del mandatario poblano Augusta señaló hace poco las deficiencias de Barbosa, pero lo hizo forzada por Marko Cortés para aparentar lo que no son, oposición.
Armando Tejeda, secretario de Elecciones del CEN del PAN y brazo derecho de Marko, fue testigo en el Salón Nubia de esa unidad apócrifa en la que pidieron a Lalo Rivera mostrarse como el varón que debería ser frente a un gobernante que no es del partido y que tendría que desafiar.
Fraile, el Tigre y Genoveva asistieron por civilidad política más que por coincidir con el alcalde de Puebla capital quien no les cumplió posiciones en el ayuntamiento ni en el partido que lidera Augusta.
Ellos como Javier Lozano son contrapeso real de Rivera Pérez en la búsqueda de la candidatura a gobernador para el 2024 y se oponen a una opción única del PAN estatal.
Cuadro decepcionante se llevó la élite panista a su partida, en vez del chile en nogada prometido, para tan elegante salón, fue servida una orden de tacos para cada uno, con bastante cilantro y cebolla, aunque carente del picor de la salsa macha mexicana. @DiarioReporter