Por: Jesús Ramos
Jamás habíamos presenciado algo semejante en el Estado de Puebla. Y ello, debe calar hondo. La Constitución reconoce en Miguel Barbosa al titular del Poder Ejecutivo local. Pero Ignacio Mier, ostenta ya el Poder Político de facto en el territorio poblano.
La tertulia por el ascenso de su hijo a la presidencia municipal de Tecamachalco fue la demostración de fuerza y capacidad de convocatoria con la que pudo decir a Barbosa que el poder que tiene le supera en amplitud e influencia.
Gobernadores de otros estados del país, exgobernadores, senadores de la República, diputados federales y legisladores locales, fueron atraídos por Nacho Mier a su tierra natal para quedar bien con el que podría ser el próximo mandatario poblano.
No es de apenas, desde tiempo atrás Barbosa ha tenido que lidiar con un coordinador de la bancada de Morena que le eclipsa frente a la opinión pública nacional y que ha tenido un desempeño de rédito en los encargos legislativos de López Obrador.
Nacho está mirando la política mexicana de la cima de la federación hacia abajo, Barbosa, en cambio, mira la política, de Puebla hacia arriba. Esa es la diferencia de miras entre uno y otro, y a lo que el tecamachalquense le apuesta para sentarse donde hoy se sienta el gobernante en turno.
Digamos que el coordinador morenista está en su momento. Barbosa es importante por ser el titular del Ejecutivo local y algo tendrá qué hacer para no ser ridiculizado como ocurrió el viernes en Tecamachalco. Aunque debe considerar que Nacho, es referente aquí en Puebla y en el resto del país.
La sede del Ejecutivo poblano está en Casa Aguayo, lo sabemos todos, mientras que la otra sede del Ejecutivo político de facto se encuentra en el ayuntamiento de Tecamachalco y lo será lo que resta a esta administración pública estatal.
Barbosa y Nacho Mier se están llevando pesado desde que el segundo impuso a su hijo en la candidatura de Morena para la presidencia municipal de Tecamachalco valiéndose de su influencia nacional.
Inés Saturnino fue el depredador político que Barbosa le puso a Nacho para devorar a su hijo en las elecciones pasadas, con recursos financieros suficientes y numerosos aliados, sin embargo, al ser derrotado Inés también resultó derrotado el gobernador.
De ahí para acá, han descubierto un grueso arsenal en el municipio de sus amores, detuvieron al alcalde electo de Quecholac Alejandro Martínez Fuentes y Loret de Mola le torpedeó el flanco por donde se abastece de dinero gubernamental en claro conflicto de intereses por ser servidor público y proveedor del gobierno de Puebla.
La intuición por todo lo que ha ocurrido en la zona geográfica donde los Mier son machos alfas, les motiva voltear la vista a Casa Aguayo, donde las estrategias de guerra tienen su origen contra aquellos que llevan la marca del enemigo.
Nacho cuenta con el respaldo político de Manuel Bartlett; se vio el viernes, que también está en la órbita de Melquiades Morales. Y muy seguramente, podría sumar lo poco que le queda a Mario Marín. Tres exgobernadores con él, más lo suyo nacional, le pone en situación muy parecida en el cuadrilátero con Barbosa. @DiarioReport