Por Jesús Ramos
Está bien el respaldo a Sheinbaum en la guerra comercial con Estados Unidos, pero podría ser mejor que a través de un contrato social o acuerdo social convocado por Armenta, con todos los sectores sociales de Puebla, pusiera la muestra a los demás gobernadores cómo y de qué manera también se puede ayudar a la presidenta desde los estados.
Envolverse en la bandera soberana, exigir respeto y untarse nacionalismo en la piel es chido y romántico, sin embargo, no suficiente, así como en pandemia nos sentimos amenazados en la salud, hoy nos sentimos amenazados en lo económico, inflacionario y laboral por los misiles arancelarios de Trump.
Nuestro gobernador Alejandro Armenta podría demostrar, con ese contrato o acuerdo social firmado por empresarios, industriales, sindicatos, universidades, partidos, agricultores y comerciantes, lo organizados y fuertes que podemos llegar a ser los poblanos en la adversidad.
En vez de mostrar miedo a Trump, Puebla con Armenta como líder debe demostrar coraje, trabajo en equipo, suma de esfuerzos coordinados y compromiso de todos los sectores para proteger el empleo, la producción, consumo, comercio, con los etcéteras que se quieran agregar.
Si Alejandro logra unificar a los poblanos para que todos juntos avancemos en un mismo sentido ante la amenaza trumpiana tendrá en esta crisis la oportunidad de compartir con México, Sheinbaum y el mundo que Puebla fue capaz de crear su propio Plan Marshall o New Deal para encarar la presente adversidad.
En su anterior mandato Trump aplicó aranceles a México por 30 días para que reforzara la vigilancia en la frontera sur, AMLO envió militares y los retiró, hoy puede pasar lo mismo o no, lo importante de esta vez es demostrarle lo organizados que estamos para resistir el tiempo necesario.
La guerra económica con Estados Unidos ciertamente es de carácter internacional, sin embargo, Puebla depende en gran medida de la industria automotriz, siendo de los estados más afectados por la crisis arancelaria, de ahí el doble compromiso que tenemos los poblanos de ayudar a Sheinbaum desde la trinchera que nos toca.
En la provincia de Ontario, Canadá, el sector minorista de venta y compra de licor se organizó con la Junta de Control de Bebidas Alcohólicas para no vender bebidas norteamericanas hasta que los aranceles se eliminen. Otros de ese país se organizan para consumir local y evitar lo hecho en EU. Ideas radicales, pero al fin ideas. @DiarioReporter