Por Jesús Ramos
Cuando el mandatario de un estado de la república requiere los servicios de seguridad de un militar o marino debe solicitar el permiso de los secretarios de la Defensa Nacional o Marina en turno, según sea el caso.
Por tanto, si en los planes de Armenta está darle esa cartera a un militar requeriría la autorización de Ricardo Trevilla Trejo o si pretendiera un marino, entonces, necesita el aval de Raymundo Pedro Morales.
Incorporar militares y marinos a tareas de seguridad pública ciudadana no es fácil, sólo recuerde que fueron formados a través de una cadena de mando, con recursos económicos y materiales federales.
Tienen superiores, incluso, no estando en funciones, si pretendieran incorporarse a la vida civil saben que por códigos suyos de la milicia y marina deben pedir permiso, si lo palomean adelante, si no cuentan con la autorización pues lástima Margarito.
En caso que Armenta hubiese planeado meses atrás cimentar la seguridad pública de Puebla con uniforme blanco o verde olivo, es ya el momento de realizar esa solicitud a Ricardo Trevilla o Raymundo Pedro, ellos le darán el sí o no.
Haberlo solicitado con los secretarios de la Defensa y Marina que se fueron habría sido un error, es el momento pues de dar forma a la inquietud de Alejandro de ser el caso.
Esa podría ser la demora de la cartera de seguridad de su gabinete, estaba probablemente a la espera que asumieran el cargo el 1 de octubre los nuevos titulares de la Sedena y Semar y ya lo hicieron. @DiarioReporter