Por Jesús Ramos
¿Viven los políticos en realidades alternas? ¿O somos nosotros los que no reconocemos sus éxitos en la función pública? Después del informe de ayer, Paola Angón declaró a la prensa sentirse satisfecha por lo logrado en su primer año de gobierno.
En San Pedro Cholula, y en el estado, no piensan lo mismo. La creen enteramente corrupta, terrible alcaldesa, inepta para gobernar y diosa para quemar agua.
Barbosa y Fox son casos muy parecidos a ella. Vicente siendo Ejecutivo de México vivió una realidad de proezas insuperables y resultados abrumadores. Y Miguel, transita hoy en día por algo similar, cree ser ejemplo nacional de buen gobierno.
Policías de San Pedro, Coronango, Cuautlancingo y de la Estatal unieron fuerzas ayer para contener la ira de cientos de ciudadanos inconformes con la presidenta municipal de Cholula.
Se enfrentaron a los uniformados, lo vimos en videos y fotografías, sortearon el blindaje montado por el ayuntamiento en el primer cuadro de la ciudad, unos y otros se trenzaron cuerpo a cuerpo como gladiadores.
Los ciudadanos argumentan falta de obra, resultados, servicios, inseguridad, opacidad en las finanzas públicas, miles de baches por doquier y el incumplimiento de promesas de campaña.
Ahí es donde entra la realidad alterna de Paola. Su evaluación incluye logros, hazañas, pulcritud en el gasto, fregonería en su accionar, ninguna mancha en su plumaje de gobierno, eficiencia desparramada, IQ superior al de Reed Richard de Los 4 Fantásticos.
En una realidad distinta, los miembros de su cabildo la tachan de corrupta en la aplicación del dinero público, en los contratos y adquisiciones. Y en ese plan, están los regidores Alejandro Gómez, Alejandro Oaxaca, Sonia Tolama, María Sandra Hernández y Beatriz Pérez.
A Fox lo tachaban de mitómano, de ser una máquina de la mentira, mentiroso compulsivo de alta frecuencia. Barbosa anda en las mismas, en sus mañaneras habla de miles de obras realizadas por su gobierno. Nadie las ve.
Paola Angón colgó a su primer informe de gobierno municipal la satisfacción del deber cumplido y los éxitos conquistados. Piensa que lo hecho por ella es grande y de mucho beneficio colectivo.
Es obvio que la plebe, el progre común, vive una realidad distinta a la de los políticos y servidores públicos como Angón, Vicente y Barbosa, en su realidad hay progreso, metas cumplidas, en la nuestra, inseguridad, crimen, terracería, baches y oscuridad en las calles. @DiarioReporter