Por: Jesús Ramos
Ya lo intentó una vez y fracasó, pero eso no implica que vuelva a fallar. Barbosa puso toda la maquinaria gubernamental al servicio de Biestro y no pudo hacerlo crecer. Por dinero, influencias, confeti, asesores y matracas no paró el asunto.
Fue una lástima ese proyecto político, un mal episodio. No se le acomodaron los astros ni a uno ni al otro. Empezó chiquito y chiquito se quedó. Jamás dio el estirón. Lo que invirtió en él se lo chupó la bruja.
Me dicen que va por el segundo intento, solo que ahora con mujeres de su gabinete: Olivia Salomón, Marta Ornelas, Ana Altamirano, Elsa Bracamonte y alguna otra más.
Ellas, todas, con los más altos merecimientos de oportunidad para incursionar en la política, aunque siendo honestos con pésimos resultados en las dependencias que conducen.
Son secretarias sin brillo. Integrantes del gabinete bastante opacas. Es una pena que no lustren resultados en los hechos. Los que adoramos a las mujeres queremos que destaquen siempre y a la buena por sus grandes talentos, ninguna de ellas pudo lograrlo.
Poner un solo huevo en una canasta no le funcionó a Barbosa la vez pasada, Biestro fue decepcionante, ahora pondrá varios del género femenino, les incubará con lo necesario y la que primero rompa el cascaron y crezca más rápido, con esa jugará la sucesión por Morena si la tómbola nacional determinara mujer.
Si ellas comienzan a tener mayor exposición mediática a partir de junio, con baños de pueblo y empolve de zapatos, la información se habrá confirmado y la operación estará en marcha.
Sería lo mismo que hizo con Biestro. Entrevistas en radio, prensa y televisión. Recorridos a ras de suelo, discursos bonitos en eventos, en fin, la que despunte será la carta de Barbosa en caso de que el género femenino se imponga a los morenos en Puebla.
Me dicen que les medirán mes con mes y en septiembre u octubre, se despejará la duda de quién de ellas es la mejor en conocimiento, potencial de voto y positivos.
No creo que crezcan lo necesario, lo digo con toda sinceridad. La mejor de ellas tendrá demasiadas carencias y le faltará ser mayormente competitiva.
El experimento resulta interesante, será un magnífico ejercicio. Siempre he creído que con Eduardo Rivera Pérez tiene corcholata en el PAN, con Jorge Estefan en el PRI, con Héctor Sánchez Sánchez y Sergio Salomón las tiene en Morena para el género masculino.
Alejandro Armenta y Nacho Mier merecen mención aparte. Son proyectos por ellos planificados y construidos desde años atrás. Y por supuesto, que a Barbosa y todos se los llevaría el demonio si Beatriz Gutiérrez se anima a competir por Puebla. @DiarioReporter