Redacción
Un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard lleva a cabo simulaciones aumentando la temperatura de la superficie oceánica, agregando calor al agua o incrementando el brillo del sol.
La idea es crear modelos que formen nubes de lluvia que más tarde provoquen diluvios, tal y como ocurrió hace cientos de millones de años en que caían grandes cantidad de agua sobre extensiones muy amplias de terreno.
Robin Wordsworth, autor principal del estudio, dice que es un modelo atmosférico nuevo y completamente inesperado que arrojará luz sobre el pasado distante porque puede repetirse en la tierra.
(José Manuel Nieves ABC Ciencia)