Por Carlos Clemente
Asaltos, balaceras, patrullas fake. Es el menú diario en la autopista México-Puebla-Orizaba, una de las 22 más peligrosas del país. Según testimonios de transportistas víctimas de la delincuencia, el crimen opera con absoluta impunidad. Y lo peor: lo hace en las narices de la Guardia Nacional, que no ve, no oye y mucho menos actúa.
El pasado 20 de mayo, durante la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, el titular de la GN, Hernán Cortés Hernández, anunció el Plan de Operaciones “Río Frío”. Supuestamente, el objetivo era contener la ola delictiva y combatir el robo de transporte de carga y vehículos particulares. Incluso detalló que reforzarían la seguridad con 164 elementos, 36 vehículos, dos drones y seis células de investigación.
¿Resultado? Ninguno. Cero presencia, cero patrullajes, cero efectividad. Puro discurso.
Y mientras tanto, los criminales no se detienen.
El lunes pasado, en el tramo Esperanza-Ciudad Serdán, a la altura de El Sabinal, un conductor de tráiler frustró un asalto. Les aventó el camión a los delincuentes que viajaban en una camioneta Ram gris. Le dispararon varias veces. La misma camioneta ya ha sido vista en otros atracos. ¿Y la Guardia Nacional? Bien, gracias.
Al día siguiente, otro video circuló en redes: una patrulla fake con códigos encendidos rondando a la altura de Cuacnopalan. “Es de todos los días, en el mismo tramo donde diario se roban más de cinco tráileres. Por favor, voltea a vernos”, le suplican a Sheinbaum en X. El mensaje es claro y brutal: “Algunos colegas ya no aparecen. NOS ESTÁN MATANDO”, escribieron los transportistas.
Este mismo martes, otro operador reportó presencia de delincuentes entre Llano Grande y San Martín Texmelucan. Le dispararon para detenerlo, pero logró escapar, aunque resultó herido. En su parabrisas quedó la huella de los impactos de bala. ¿Y la tan anunciada operación “Río Frío”? No existe más que en el discurso.
A dos semanas del supuesto operativo, la situación en la autopista no solo no mejora: empeora. La violencia crece, el miedo se instala y la Guardia Nacional brilla por su ausencia.
¿Dónde están los 164 elementos que prometieron?
¿Y los drones, las células de investigación, los patrullajes?
La respuesta es alarmante: no están. No existen.
Los transportistas y los ciudadanos siguen jugándose la vida todos los días. Solos. Abandonados. A merced de las “ratas” que dominan el asfalto.
La Guardia Nacional sólo simula. @noticiasreportero