Por Carlos Clemente
Díez días antes de su trágico viaje a la justa paraolímpica en Tijuana, Ana Fernández, madre de Adrián de Lara Fernández, el número uno del ranking nacional de natación en deporte adaptado, indignada por el menosprecio y maltrato, tronó contra el gobierno del estado y el Instituto Poblano del Deporte: “simplemente no tienen madre”.
El Inpode sólo les dio mil 800 pesos para asistir a la competencia y les hicieron firmar una condicionante de beca: quedar entre los primeros tres lugares.
“Esto es mofarse de los atletas, es una burla y todavía exigen”, cuestionó.
“Creen que con esto tienen derecho a colgarse medallitas a costa de nuestros hijos. ¡Ni madres!”.
“Sus logros son por ellos y nosotros, ellos son unos miserables”.
Así fue el posteo de Ana en sus redes sociales. Sin medias tintas, directo al rostro de las autoridades estatales.
Platicó con su pareja, pidieron apoyo económico a familiares y amigos y colmados de emoción tomaron carretera en su propio vehículo en un largo viaje hasta Tijuana.
Un viaje sin retorno a casa. El destino tenía otros planes.
Del 21 al 25 de marzo, Adrián brilló enorme en las competencias, arrasó con 6 medallas, dos de primer lugar y cuatro de tercero. Demostró por qué es el número uno del ranking nacional de natación en deporte adaptado.
La tarde del pasado sábado la tragedia los alcanzó. A su regreso, en la carretera Puebla-Tlaxcala a la altura del kilómetro 14, entre San Diego Metepec y Zacualpan, Tlaxcala, un imprudente invadió el carril contrario e impactó el auto de la familia.
Además de Adrián de 20 años de edad, fallecieron su mamá Ana Fernández y su padrastro Miguel Barba, así como su hermana Lilí. La única sobreviviente, su hermana María José se encuentra grave.
La tarde de este lunes, los cuerpos de la familia aún no eran entregados.
Ante esta lamentable tragedia, las palabras de Ana retumban fuerte ante un gobierno estatal que sólo en el discurso apoya a los deportistas, porque en la realidad les ningunea los recursos.
De nada sirve que la directora del Inpode, Yadira Lira Navarro, sea una ex atleta, se ha olvidado de las necesidades básicas de los deportistas.
Sin duda, desde el gobierno estatal vendrán los homenajes post morten, los reconocimientos y hasta las hipócritas lágrimas para exaltar el talento, la capacidad, trayectoria y valor del atleta especial.
Tristemente, hoy el estado carece de una política pública real de impulso a los deportistas con un sólido soporte financiero.
Están muy confundidos.
Apoyar el deporte no es agarrar una matraca e ir al Cuauhtémoc a tomarse una foto.
Realmente sí, qué miserable actitud. @DiarioReporte