Por Jesús Ramos
El ejemplo del Edomex con Delfina Gómez puede servir a Puebla para considerar que pese a la campaña de desprestigio orquestada por el gobierno del estado contra Ignacio Mier este puede ser candidato de Morena en el 2024.
A Delfina le acusan de delitos cometidos cuando fue alcaldesa de Texcoco, incluso se los demostraron, y aun así la exsecretaria de Educación Pública será candidata a gobernadora en la cuna misma del grupo Atlacomulco.
Guerrero es otro caso con Salgado Macedonio. Lo que quiero decir es que cuando López Obrador se enterca con uno de los suyos para candidaturas o puestos importantes nada impide que cambie de parecer.
Es mula, terco, necio y canijo.
Qué les parece Manuel Bartlett en la CFE. Otro caso, Jesusa Rodríguez como embajadora de Panamá. Josefa González Blanco embajadora de Reino Unido. Rosa Icela Rodríguez en Seguridad. López Gatell en el manejo de la pandemia.
A todos ellos les han tundido de lo lindo, duro y parejo. Y así podríamos continuar con sus terquedades de la Guardia Nacional, los amplios poderes que sigue concediendo al ejército, Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles.
Las cosas podrían no derivar en lo que creen los promotores de los ataques a Nacho Mier. El sábado pasado pudo constatarse que políticamente está más vivo que nunca.
Ese mensaje debe considerarse delicado porque el brazo derecho del Presidente arribó a Puebla sin la cortesía de avisarle a Barbosa y con la encomienda de darle el espaldarazo al coordinador de los legisladores de Morena.
Hubo cálculos basados en golpeteos constantes y permanentes con delitos que después de varios meses no le han podido demostrar. Y lo que es peor, le han mantenido vigente en la discusión mediática para mal o para bien, financiado con presupuesto no suyo.
Como dicen los políticos, le hicieron el caldo gordo al enemigo, en vez de destruirlo, la clase política nacional hoy piensa que puede ser gobernador de Puebla por los líos que trae con el mandatario y los de aquí andamos en las mismas.
Si López Obrador no lo veía en el radar para ese cargo, ahora lo trae y si su terquedad con él llega al exceso de los ejemplos aquí puestos, Nacho podría tener posibilidades reales, creadas por el mismo Barbosa pese a tanto veneno.
Lo que no mata fortalece, dice el refrán. No imagino a Barbosa entregando el poder a Nacho Mier, Dios de mi vida. @DiarioReporter