Por Jesús Ramos
Que José Luis García Parra no hubiese sido anclado en la Secretaría de Gobernación tiene dos mensajes implícitos por leerse y destacarse. Sólo nos ocuparemos de uno en esta ocasión.
Se relaciona con el cuidado del brazo derecho de Alejandro. Sí, como cuida un hermano a otro hermano, Armenta fijará al Choco en el Congreso del Estado para que le administre el Legislativo y le opere, su encargo será ese.
Hasta ahí el asunto tiene tintes lindos e incluso fraternos, sin embargo, donde la tonalidad se torna sobria es en el auténtico propósito de protegerle, tomarle de la mano, conducirle por la vereda tropical de la política formativa.
García Parra es el auténtico proyecto político futuro de Armenta, dejarle en Gobernación de arranque sería exponerle, desgastarle, friccionarle con los problemas competentes de la secretaría, muchos de ellos graves.
Distinto será en el Congreso moviendo la batuta con Artemisa por cómplice, cualquiera de ellos en plan de líder, sin el riesgo latente de deformarle lo que en adelante le espera.
Esa es la auténtica misión, cuidar al Choco mientras el gobierno de Alejandro se asienta y los tiempos del 2027 se acercan. La segunda lectura de por qué no fue secretario de Gobernación después. @Diario Reporter