Por: Jesús Ramos
Era cuestión de tiempo para que estallara en Puebla el escándalo del apoyo a los damnificados del huracán Grace. La onda expansiva fue de dimensiones inimaginables.
Por varias horas nuestro estado fue tendencia nacional. En videos que jamás olvidaremos vimos a López Obrador salir por peteneras del auditorio municipal de Huauchinango con la gente detrás reclamándole influyentismo, farsa y politiquería en la entrega de ayudas.
También vimos un Miguel Barbosa pasmado, estupefacto, escuchando los gritos al Presidente y cuando este se fue, las mentadas en contra suya. El tono elevado de las groserías también le hizo salir de ahí como pudo.
Lo anticipamos en el reportaje del 22 de septiembre “Damnificados en el Desamparo, Los abandonaron a su suerte”. En la distribución de ayudas se ha mezclado la corrupción, el clientelismo, la farsa y el favoritismo, lo dijimos.
“El sencillo engargolado” que justificaba 200 millones de pesos en ayudas y que ahí mismo entregó Barbosa a López Obrador, para quedar bien, se cayó a pedazos cuando entraron abruptamente al auditorio municipal de Huauchinango los más de 300 damnificados con las manos vacías.
Tremenda vergüenza fue la que pasaron el Presidente y el gobernador poblano a los ojos del mundo, pero ahí mismo, en primera fila, también la sufrieron en piel ajena el secretario de la Defensa Luis Crescencio Sandoval, Rosa Icela Rodríguez de Seguridad, el titular de la Guardia Nacional Luis Rodríguez, el responsable de la comunicación Jesús Ramírez y el secretario de Bienestar Javier May.
En la Reunión de Evaluación Rosa Icela Rodríguez dio detalle de los 744 millones de pesos que la federación canalizó a Puebla en apoyos económicos para el tamaño de desastre que nos dejó Grace, mientras que Barbosa presumió otros 200 millones de su gobierno en despensas y apoyos a campesinos. Casi mil millones.
Mil millones debieron servir a ambos gobiernos para ganarse el respeto de la gente, de los que perdieron todo por la furia de un maldito huracán. Barbosa y López Obrador debieron salir entre aplausos pero salieron por piernas de un evento en el que les echaron en cara lo pésimo de su estrategia en la entrega de ayudas.
Si ambos gobiernos dieron tanto dinero a los que se quedaron sin casa, sin menaje, sin cosecha y sin alimentos, ¿por qué reclamaron con tanto enojo que los apoyos no llegaron a quienes en verdad lo necesitaban?
Desde un principio todo fue malo. El huracán, la logística, la estrategia, la responsabilidad de aquellos a los que les confiaron la entrega de las ayudas y, sobre todo, el compromiso de conducirse con la verdad. Todo fue un desastre de principio a fin.
La verdad se impuso a la mentira. Salió a relucir la farsa y el engaño. Algo, que ya se esperaba, aquí en #Reporter lo dijimos antes de que sucediera, y lo que podía pasar…pasó. @DiarioReporter