Por: Jesús Ramos
¿Cuántos votos debe darle el gobierno de Puebla al Presidente de México en la consulta de revocación del próximo domingo para hacerlo feliz? La petición original de Andrés Manuel se fijó en 1.7 millones de sufragios.
Su lógica fue que siendo oposición pudo conseguir 1.2 millones en territorio poblano en 2018 y ahora con Barbosa podría agregarle 500 mil en el entendido de ser gobierno estatal 4T.
Sin embargo, la consulta ya se sabe que no emocionó ni generó las expectativas deseadas entre la población, y por consiguiente las pretensiones en sufragios debieron reducirse a la mitad de los 30 millones originales en todo el país.
Con ese parámetro el gobierno de Barbosa quedaría bien con López Obrador si le da 850 mil sufragios, es decir, la mitad de los 1.7 millones que le pidió en un principio.
Veamos. Una votación regular oscilaría en los 650 mil y una mala por debajo de la franja de los 500 mil. ¿Cómo va a quedar Barbosa con López Obrador en la consulta del domingo? ¿Bien, regular o mal? Ese es el asunto.
Si su relación con el Presidente es mala, como se sabe, el gobierno de Puebla debe esforzarse por recuperar su cariño. Él es el responsable de la operación y movilización de votantes y por tanto el que debe rendirle cuentas.
Me platicó el director de una encuestadora profesional que Puebla representa el 5 por ciento de la lista nominal con sus 4.7 millones de electores y que si la maquinaria barbosista fuera realmente efectiva podría darle a AMLO hasta 800 mil sufragios.
En ese contexto de números, 500 mil sería una cuota raquítica para el gobierno de Barbosa y menos de eso una terrible decepción, un fracaso, si consideramos que posee programas, dinero, partidos a su servicio (PRI, PAN y PRD) y dependencias estatales con amplia vocación clientelar.
Los operadores electorales del gobernador como Eric Cotoñeto, Agustín Guerrero, Jorge Mota y Julio Huerta serán puestos a prueba el domingo y no deben dejar en vergüenza a nuestro gobernador ante al Presidente de México.
Con una entidad paralizada en progreso y devorada por graves problemas de inseguridad, nomás faltaría que López Obrador y Beatriz Gutiérrez continuaran desdeñando a este gobierno en perjuicio de él y de todos los poblanos.
Tenemos un Andrés Manuel que sonríe y parece bonachón, sencillo y bastante humano, pero con decisiones de poder temerarias en lo administrativo, jurídico y político que no dejan de sorprender.
Razón de sobra para tenerlo feliz y no enojado con Puebla. @DiarioReporter