Por Jesús Ramos
Sin dinero los Xochiapulcas y Zacapoaxtlas vencieron al mejor ejército del mundo, el francés. No lo necesitaban, sus armas fueron los machetes, el carácter y su convicción, el dinero nada importa en las luchas por las causas nobles.
¡O ustedes creen que le cobraron a Zaragoza por los servicios ofrecidos a México! ¡¡No señores!! ¡Lo hicieron por convicción, por amor, por nobleza, porque la causa era justa!
Esas arengas retemblaron en el centro la tierra de la sede estatal del PRI la semana pasada, cuando el delegado nacional del tricolor Roberto Padilla, encaró a los 18 delegados regionales para decirles que la política no es un asunto de dinero sino de principios y convicciones.
¡Los políticos profesionales (como Alito Moreno) no hacen política para enriquecerse, lo hacen por servir a la patria, a la sociedad, a costa del sacrificio de ellos mismos y de sus familias!
Con lágrimas en los ojos el delegado Padilla aconsejó a los 18 delegados del PRI no pedir más de los 12 mil pesos mensuales que les paga el partido con sufrimientos por cumplir con sus tareas operativas y de sostenimiento de las estructuras políticas.
Paga suficiente para cubrir traslados, comidas, hospedajes, gasolinas y cura de enfermedades, si lo administran correctamente y se aprietan el cinturón en estos tiempos de vacas flacas.
Una columna de Diógenes el Cínico de la semana pasada fue el catalizador de este encuentro urgente, en el que Roberto Padilla además de regañarles por rajar que los 12 mil pesos no les alcanzan, les exigió lealtad a Eduardo Rivera y no andar lloriqueando.
En su analogía situó a los delegados políticos del PRI en el rol de Xochiapulcas y Zacapoaxtlas, y a los morenos en el de los franceses, con la promesa de que sus armas se vestirán de gloria. Ja, ja, ja, Dios de bondad. @DiarioReporter