Por Jesús Ramos
Un lío gordo que enfrentará aquel que sea designado secretario de Seguridad en el gabinete entrante será el de unificar las policías del Estado, jalan las que tenemos en sentidos opuestos, la estatal está dividida en par de grupos, lo mismo que la auxiliar.
Ardelio tiene una porción de la del Estado, Manuel Alonso la otra parte, así no se puede combatir la delincuencia organizada ni la desorganizada en nuestra geografía por no emplearse toda ella como una sola.
Daniel Cruz Luna, responsable de la seguridad de Puebla, es lo que ha padecido el pobre desde el día que rindió protesta al cargo, no le hacen caso, eventos de desobediencia se cuentan cual pesadillas desde el tiempo de Barbosa, sin embargo, se reservan.
Mal haríamos en exhibir esos asuntos porque Daniel perdería además de respeto, autoridad, algo que a nadie conviene cuando menos para seguir como vamos en ese rubro.
Hace rato que Ardelio no es más responsable de las fuerzas del orden en Puebla, igual que Manuel Alonso, pero por increíble que parezca los mandos policiacos suyos les reportan y obedecen.
Están en su derecho de negarlo, cimentaron tan bien y sólidas sus fraternidades y hermandades policiacas que los controles de los uniformados estatales y auxiliares los activan ellos.
Contamos con pocos policías, 1,750 en campo, y el colmo, divididos estos en grupos que desobedecen a su jefe máximo Daniel Cruz, defecto operativo que el gobierno entrante deberá resolver de una vez por todas. @DiarioReporter