Por: Jesús Ramos
El acoso e intimidación a periodistas de Tehuacán es asunto grave. El domingo pasado hackearon las redes sociales del reportero Javier Mota para darlo por muerto. Y ayer, dos compañeras suyas de profesión denunciaron ante la FGR a la diputada Olga Lucía Romero Garci-Crespo por el delito de amenazas contra ellas y sus familias.
Nidya Hernández y Claudia González acudieron a la Fiscalía General de la República a denunciar a la legisladora de Morena por acosarlas, intimidarlas e intentar frenar su labor informativa.
Ambas reporteras, dieron profesional seguimiento al pleito civil que la familia de Socorro Romero Sánchez sostuvo por la herencia multimillonaria en el que la familia Romero Bringas y Celis Romero, denunciaron por abuso de poder y tráfico de influencias a la diputada Romero Garci-Crespo.
En día recientes la legisladora perdió el nombramiento de albacea con el que pretendía apropiarse de la herencia que doña Socorro Romero, antes de morir, dejó en su testamento a Alfonso y Miguel Celis Romero.
A través de su medio de comunicación Domingo 7, Nidya Hernández y Claudia González, informaron cronológicamente las incidencias del caso hasta que a Romero Garci-Crespo se le escurrió la posibilidad de quedarse con la fortuna de doña Socorrito, como se le conocía a la dueña de Huevos El Calvario.
Por la extraordinaria labor periodística que desarrollaron, la diputada local de Morena contrató gentes que investigaran negocios y formas de ganarse la vida de las dos reporteras y sus familias. Su propósito, desquitarse, valerse de influencias para bloquear sus ingresos económicos.
Con actitud valiente, ambas periodistas acudieron a la FGR a denunciar los actos de intimidación y amenazas de Romero-Garci-Crespo y dejar constancia de su actitud beligerante, con la responsabilidad en contra suya de lo que pudiera pasarles a ellas y familiares.
Dos ataques en una misma semana a tres representantes de los medios informativos. Dos amenazas. Dos actos de intimidación para callar la labor periodística libre e independiente en la ciudad de Tehuacán.
Javier Mota cree que lo suyo pueda tener origen en las críticas al alcalde Pedro Tepole y al gobernador Miguel Barbosa. Y Nidya Hernández y Claudia González de plano señalaron a su agresora Romero Garci-Crespo.
Soplan tiempos malos y de riesgo para ejercer el auténtico periodismo en el estado de Puebla. @DiarioReporter