Por Jesús Ramos
Los tres cuarteles generales que planean jubilar a Barbosa en el 2024 han creado escenarios posibles distintos dignos de análisis. Los asesores de Nacho, Alejandro y Lalo son cerebros interconectados a la misma interfaz sucesoria, aunque en sus acciones apliquen estrategias distintas.
Atinados o errados creen saber los algoritmos correctos que les permiten entender los movimientos del adversario a corto y largo plazo para estar preparados. Y quizá lo sepan, después de todo son políticos de carrera.
El war room nachista considera que Lalo y Alejandro pueden ser candidatos a gobernador y a alcalde de Puebla por una misma coalición o coaliciones distintas, si así convienen ellos dos, Barbosa, Monreal y Marko.
Su instinto les dice que si Alejandro lograra ser candidato de Morena, Lalo optaría por la reelección desde el PAN. Si no lo consigue, negociaciones entre ambos determinarían quién para la alcaldía y cuál para la gubernatura.
Este escenario resulta interesante, porque los algoritmos de los tres cuarteles generales prevén la migración de Alejandro a otro partido que bien podría ser Movimiento Ciudadano o su regreso al PRI, si Morena no le hiciera candidato al gobierno de Puebla.
El trío pasional de Barbosa con Alejandro y Lalo es inocultable a la vista del analista político objetivo. Van juntos al 24. El supuesto pleito del alcalde y el mandatario es simulación pura. Y los ataques del senador hacia el yunquista son fuegos artificiales.
El armentismo cree que la preferencia de López Obrador por Nacho terminará por decidir la candidatura a su favor. Sin embargo, calcula que la opción de gane está a ras de tierra si todavía lograran el milagro en Morena o, incluso, se lanzaran a la aventura por otra marca distinta.
La ruptura con el movimiento de Andrés Manuel para ellos es un escenario posible mientras su sociedad con Barbosa se sostenga, entendidos que los acuerdos políticos alcanzados son con él no con el Presidente. Los humores del mandatario y los sapos por tragar les pondrán dura prueba.
El mandatario lo ignora, pero en la sala de oraciones lalista, el plan trazado es utilizarle, exprimirle, obtener de él la mayor cantidad de beneficios posibles, tanto políticos como económicos, por consejo de su liderazgo nacional.
Y ya cercanos al 24, definir si Lalo y su partido continúan doblegándose a sus caprichos y órdenes o le declaran guerra total pretextando ser opositores para tundirle duro y parejo.
El circuito neuronal de Nacho, Alejandro y Lalo está conectado a la misma interfaz sucesoria, dijimos al principio, razón por la cual podrán utilizar estrategias diferentes con escenarios distintos, sin embargo, en todas ellas siempre considerarán ruptura con quién deban hacerlo: Presidente, gobernador y partidos, según el caso. @DiarioReporter