Por: Jesús Ramos
No puede negarse lo evidente, le rasparon el proyecto de gobierno 2024 a Ignacio Mier Velazco. Si la Reforma Eléctrica de López Obrador hubiera sido aprobada por la Cámara de Diputados otra sería la canción, pero no fue así.
Tampoco nos tomó por sorpresa, debemos ser honestos, cuando la oposición PAN, PRI y PRD se radicalizó y los ataques de Morena y del Presidente subieron de tono se previó que la iniciativa no pasaría. Y fue lo que sucedió el domingo pasado.
Ni AMLO ni Nacho lograron el consenso y los votos necesarios en la Cámara Baja del Congreso de la Unión y el propósito de monopolizar la generación de electricidad por parte de la CFE se fue al caño.
Negar que el desenlace le afecta políticamente a Nacho Mier sería mentir, es un fracaso por dónde se le vea, siendo el coordinador de la bancada morenista le ungía también de cabildero con los demás partidos políticos y de corresponsable de lograr su aprobación.
Soberbia, rudeza innecesaria, esas y otras actitudes que terminaron por acuñar frases y adjetivos de traidores a la patria a los opositores de la reforma fueron lanzados en afrentas abiertas tanto por López Obrador como por Nacho Mier y Mario Delgado.
Es un despropósito exhibir en sus distritos con etiquetas de traidores a los diputados que votaron contra la reforma como ya lo anunciaron Mario Delgado y Citlalli Hernández. Se percibe ardor y venganza con esa estrategia beligerante.
No especularé si afectó en algo su relación con AMLO, porque no lo sé, lo que sí puede deducirse es que de haberse aprobado la iniciativa eléctrica su avance hacia la gubernatura de Puebla habría sido más sencillo.
No es mezquindad, es realidad, la abolladura al proyecto de Nacho Mier debió alegrar al gobernador Barbosa, a Alejandro Armenta, a las huestes de políticos barbosistas y a las focas aplaudidoras de la prensa.
Bajándose de su proyecto no le veo, replanteándolo sí, me parece que Nacho y su equipo tendrán que ser más creativos en adelante y mayormente resistentes a circunstancias adversas.
Nacho Mier plantará su defensa mediática en el periódico Cambio, por lo ocurrido el domingo. Y Barbosa, en sus focas y periódicos centrará el ataque sincronizado para adjudicarle la responsabilidad del fracaso, incluso, a costa de llevarse entre las patas al Presidente como ya se ha visto.
Palo dado ni Dios lo quita, y vaya que se lo propinaron bonito al coordinador morenista. @DiarioReporter