Por Carlos Clemente
Una verdadera parálisis vivió la subsecretaría de Educación Superior con la errática conducción del maestro Juan Antonio Badillo Torre, quien durante escasos cinco meses se exhibió desfasado de la realidad. Mal asesorado terminó confrontado por todos lados, lo que derivó en su despido este jueves.
Hoy la dependencia acumula un rezago preocupante, con trámites detenidos, sin titulares en direcciones y departamentos claves como Revoes, Cédulas, Institutos Tecnológicos y Universidades Públicas.
Puebla es uno de los estados con más instituciones de educación superior públicas y privadas, por lo que la falta de nombramientos, por ejemplo, en las supervisiones, afecta los procesos académicos y administrativos de miles de estudiantes.
La confrontación de Badillo Torre con ambas secciones sindicales del SNTE 23 y 51 en las últimas semanas, fue lo que agudizó la crisis.
Aunque para ser sinceros, nunca logró tomar el control ni las decisiones de la dependencia.
Sus constantes y prolongadas ausencias generaron que su jefa de oficina y su secretaria particular, Virginia Espinoza y Eva Cházaro, asumieran el mando incluso de los recursos financieros. Ya se investiga un desfalco importante.
Para desgracia de la educación superior en Puebla, la crisis en la Subsecretaría se viene arrastrando desde el nombramiento de Ida Gabriela Hernández García el 17 de noviembre de 2022.
Déspota y prepotente, la entonces subsecretaria incurrió en actos de abuso de poder, violencia de género, despidos injustificados y otras irregularidades en contra del personal, lo que le generó innumerables conflictos. Terminó confrontada incluso con la propia titular de la SEP Isabel Merlo Talavera.
La llegada de Badillo Torre el 1 de septiembre de 2023 no mejoró la situación, por el contrario, la empeoró.
La educación superior en Puebla reclama ser tomada con mayor seriedad y absoluta responsabilidad. @DiarioReporter
Desafortunadamente la SEP sólo se ha convertido en trampolín, los personajes que han ocupado lugares de alto perfil lejos de sumar se han dedicado en atacar a las IES lejos de sumarnos para la creación de una agenda común que sirva para mejorar no sólo procesos administrativos, sino para transformar el trabajo académico en beneficio de la sociedad, lo que usted escribe es una realidad una muy triste realidad…
Una verdadera pena este final de quien fuera ejemplo de vocación y apostolado de la educación y con quien tuve el honor de trabajar en los años 80s.