Reevangelizar el ayuntamiento e ir por el gobierno estatal con sus discípulos más recalcitrantes y conservadores.
Pretenden devolver a Puebla la imagen de ciudad conservadora y jamás volver a promover el aborto y las bodas gay desde la comuna.
Integraron un equipo de panistas con experiencia legislativa y de gobierno para operar y diseñar plataformas de lanzamiento rumbo al 2024.
Por: Pedro Martínez
El ejército de funcionarios yunquistas enlistados por Eduardo Rivera Pérez para su segundo mandato como presidente municipal de Puebla tiene la misión de reevangelizar el ayuntamiento liberal desde donde Claudia Rivera Vivanco promovió los matrimonios igualitarios y el aborto.
Plenamente identificados como discípulos de El Yunque, Maribel García, Bernardo Arrubarrena, Matías Rivero Martínez, Adán Domínguez Sánchez, Augusta Díaz de Rivera, Enrique Guevara Montiel, Lupita Arrubarrena, Carlos Montiel Solana, Miguel Ángel Mantilla y Myriam Arabian ocuparán los puestos más relevantes para cumplir con el objetivo. De otra manera resultaría imposible.
Ninguno de ellos ni Eduardo Rivera se pronunció contra la firma de la Carta de Madrid que vino a promover a México la extrema derecha española impulsora del partido VOX, través de su líder Santiago Abascal, por coincidir con frenar el comunismo y populismo, lo que si reprobaron panistas de vanguardia como Felipe Calderón y Gustavo Madero.
En esencia son los mismos del PAN con los que Rivera Pérez gobernó la ciudad de Puebla de 2011 a 2014, reciclados esta vez, para devolver a Dios y a la comunidad católica el servicio público que Morena y Rivera Vivanco volcaron en presuntos excesos y libertinajes proclamando los modernos derechos del hombre.
La enorme bandera lésbico-Gay todavía es recordada por los poblanos ondeando por primera ocasión en el balcón del edificio edilicio, en mayo de 2020, cuando Claudia Rivera la colocó ahí para conmemorar el Día Internacional Contra la Homofobia.
Al año siguiente fueron agregadas más banderas de orgullo transexual e intersexual en la fachada además de un mosaico de luces arcoíris, ante el estupor de la gente de una de las ciudades más conservadoras de México y a tan sólo unos pasos de distancia de la curia católica, de la catedral angelina y del púlpito desde donde el arzobispo don Víctor Sánchez reprobó la afrenta contra la familia instituida desde la Biblia por hombre y mujer.
Entre los principios fundamentales del Yunque destacan la defensa de la religión católica, el modelo tradicional de familia, su lucha contra el comunismo, instaurar el reino de Dios en la tierra y la evangelización de las instituciones públicas, así lo consigna el periodista Álvaro Delgado en sus investigaciones sobre esta organización de corte fascista.
El eslogan de marketing #CorregirElRumboDePuebla, si bien enmarca en discursos oficiales el redireccionamiento de las políticas públicas municipales y su eficiencia en acciones y servicios, es la fachada del conservadurismo religioso para emprender desde el ayuntamiento una cruzada a favor de la moral y las viejas costumbres, objetivo al que Eduardo Rivera se entregará con el beneplácito de la iglesia católica junto con su gabinete desde el primer día de gobierno.
Con ese propósito, Carlos Montiel Solana coordinará a los regidores del PAN en el cabildo, Maribel García sumará esfuerzos desde la Tesorería, Bernardo Arrubarrena desde la Secretaría de Administración, Adán Domínguez operará desde la Gerencia del Gobierno Municipal, Arabian hará lo conducente en la Secretaría de Desarrollo Urbano, Arrubarrena desde la Sindicatura, Matías Rivero y Augusta Díaz con el cargo de secretario general y Fernando Cortés en la Coordinación de Comunicación Social.
Todos ellos políticos viejos, personajes reciclados de puestos públicos del pasado. Los mismos de siempre del PAN y del Yunque, lo cual se interpreta que tanto el partido como la organización religiosa no fueron capaces en los últimos quince años de modernizarse ni producir cuadros nuevos y frescos.
Con esos mismos funcionarios, Eduardo Rivera Pérez, fue sancionado por la LIX Legislatura por observaciones de la Auditoría Superior del Estado de David Villanueva en su cuenta pública de 2013 por el monto de 25 millones de pesos a razón de falta de transparencia en los montos y manejo de los recursos del predial, además de ser inhabilitado por 12 años para desempeñar cargos públicos al comprobarse daño al patrimonio público municipal.
Aunque Rivera Pérez no lo ha dicho con claridad, el segundo propósito de la organización ultraconservadora es realizar un desempeño exitoso en la administración municipal, lo suficientemente bueno, como para catapultar a Eduardo a la candidatura a gobernador por el PAN en el 2024 y obtener el triunfo con el antecedente de buen gobierno.
La experiencia política, operativa y organizativa sería aportada por Enrique Guevara Montiel, Ana Teresa Aranda, Miguel Mantilla, Myriam Arabian, Augusta Díaz, Guadalupe Arrubarrena y Adán Domínguez, quienes se han desempeñado como regidores, legisladores locales y federales, servidores públicos y operarios en campañas a gubernaturas y contiendas de presidentes de la república.
El objetivo de gobernar el estado de Puebla se ha traducido en múltiples fracasos para el Yunque por cada intento realizado. Con Francisco Fraile y Ana Teresa Aranda, dos de sus cuadros más valiosos, falló. En el 2024 volverá a intentarlo con Eduardo Rivera como candidato en alianza o sin ella con el PRI y PRD.
Un obstáculo entre los años 2010 y 2018 lo fue Rafael Moreno Valle, pues se apoderó del PAN tanto en lo local como en lo nacional, arrebatándoles espacios de competencia, siendo el más importante la candidatura por la gubernatura de Puebla.
Ambas misiones, la reevangelizadora y la política, intentarán construirse por El Yunque, con Eduardo Rivera como punta de lanza, partiendo de la premisa de que el reino de Dios bien puede edificarse desde el servicio público como un apostolado.