Por Raúl Hermosillo Carmona
En medio de la estridencia y la infodemia a propósito de la invasión rusa a Ucrania, vale mucho la pena escuchar al historiador Yuval Noah Harari, sin duda una de las voces más lúcidas de nuestro tiempo.
En varias entrevistas y artículos, Harari ha puesto en perspectiva las motivaciones de Putin detrás de la decisión de ocupar Ucrania y las posibles consecuencias para el futuro de la humanidad. Contrario a la narrativa difundida por Moscú, Harari nos recuerda que Ucrania no es Rusia. Que el pueblo ucraniano ha sido una nación independiente por más de mil años y que, a pesar de haber sido “conquistado”, primero por el imperio zarista y luego por el bloque soviético, siempre permaneció como un pueblo y una nación aparte.
De acuerdo con Harari, saber esto es clave para entender el conflicto ya que, según la narrativa de Putin, históricamente Ucrania es parte de Rusia y, por tanto, no puede ser una nación independiente. Putin cree que los ucranianos son rusos y que, en el fondo, anhelan volver a ser parte de la “Madre Rusia”. Pero no lo pueden hacer porque, supuestamente, una pequeña élite “neo-nazi” se los impide. Ante eso, Putin decidió emprender una “operación especial” para liberar al pueblo ucraniano.
Harari señala que el plan original de Putin era obtener una “victoria” militar rápida y limpia. Y que, para ello, bastaría con un golpe contundente en puntos estratégicos de Ucrania, el descabezamiento del gobierno y el establecimiento de un régimen a modo. El plan partía del supuesto de que, dada la superioridad militar rusa, el ejército ucraniano opondría poca o nula resistencia a la invasión y que el pueblo los recibiría como auténticos libertadores.
En esta lógica, Putin estaría en condiciones de negociar el retiro de las sanciones impuestas por occidente y evitar así, mayores presiones internas de parte del propio pueblo ruso. De esta manera, habría logrado cortar de tajo las intenciones de Ucrania de integrarse a la Unión Europea y él podría continuar con sus planes expansionistas de revivir el imperio ruso.
Pero, según Harari, esta fantasía se topó con la entereza y la determinación del pueblo ucraniano y de su líder, el presidente Zelenski, a resistir “con todo el corazón” la incursión enemiga, así como con el rechazo generalizado del mundo entero. Para el historiador, este error de cálculo significará eventualmente la derrota política y económica de Putin, por dos razones fundamentales:
Será una derrota política, porque con cada ataque a objetivos civiles y con cada soldado o ciudadano ucraniano que cae, se ahonda el odio hacia los invasores. Harari nos recuerda que, para una nación oprimida y violentada, el odio queda enterrado en lo profundo del corazón y es una fuerza capaz de sostener la resistencia a la conquista incluso por generaciones. La respuesta ejemplar del pueblo ucraniano le ha mostrado al mundo que son una nación real y son un pueblo que no está dispuesto a vivir bajo el dominio del imperio ruso y que nunca podrá olvidar esta artera agresión.
Y será una derrota económica, porque el heroísmo del pueblo ucraniano y de su líder, no solo ha despertado la admiración y simpatía del mundo entero, sino que, además, ha generado indignación y el rechazo generalizado contra la actitud criminal e injerencista de Putin. Dice Harari que esta narrativa es la que está inspirando al mundo —y al propio pueblo ruso— a actuar contra el opresor expresando su rechazo a este ataque a la libertad y la soberanía de una nación independiente. La expresión de este rechazo, como ya lo estamos viendo, será de tipo económico, con consecuencias devastadoras para el pueblo ruso.
Harari concluye que, más allá de visiones trasnochadas de izquierda o de derecha, lo que realmente está en juego en este conflicto bélico es la lucha entre democracia y autoritarismo. Y que su desenlace marcará el futuro de la humanidad. Por eso, como sociedad, no podemos permanecer como simples observadores pasivos. Como diría un clásico, “a los tiranos no se les apacigua, se les enfrenta”. Los gobiernos que titubeen o que coqueteen con la tiranía y la agresión rusa, serán recodados por haberse puesto del lado equivocado de la historia y tarde o temprano sufrirán las consecuencias. @DiarioReporter