Por Héctor Llorame
Morena en Puebla atraviesa una contienda interna complicada por el gran número de aspirantes a las candidaturas y por el arribo de priistas que han dividido al partido, entre quiénes están a favor y en contra de recibirlos y hacerlos abanderados.
Para contrarrestar la disputa, aspirantes como el exdiputado local del PRI, José Chedrahui Budib, han recurrido al apoyo mediático y a liderazgos que le expresen públicamente su respaldo, con el fin de sembrar la percepción de que la postulación en discordia ya fue definida.
A esta práctica se le conoce como “cargada”, un ejercicio que fue muy común en el PRI para respaldar al “tapado”, que era el aspirante que impulsaba el presidente o el gobernador en turno, de manera que era inminente su designación como candidato, pero se simulaba un proceso interno democrático.
Este fin de semana se sumó a la “cargada” de José Chedraui la coordinadora de redes sociales de la Presidencia de la República, Elizabeth García Vilchis, quien se dijo a favor de que el empresario sea el candidato de Morena a la alcaldía de Puebla.
En su cuenta de Instagram publicó el sábado un video en donde respaldó la aspiración del exdirigente municipal del PRI, pese a que militantes del ala fundadora se oponen a la nominación de priistas y reclaman que se desplace a la base morenista.
La encargada de la sección “Quién es quién en las mentiras” de la conferencia presidencial, señaló en su grabación que no diría el nombre de su favorito para la candidatura, pero daría “señales”, mientras se veía una fotografía de ella y Chedraui Budib.
En apoyo del empresario se ha sumado el secretario del Trabajo del estado, Gabriel Biestro Medinilla, así como las y los diputados locales Mónica Silva Ruiz; Nora Yéssica Merino Escamilla; Iván Herrera Villagómez y Antonio López Ruiz.
Por unos días García Vilchis figuró como posible aspirante a la candidatura, hasta que el jueves pasado fue descartada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien anunció que continuaría en sus funciones.
Ella misma ya se había descartado previamente, pero en medios de comunicación y al interior del partido aún la consideraban como aspirante, ante la posibilidad de que Morena optara por postular a una mujer para cumplir con la paridad de género.