Por Jesús Ramos
En las democracias participativas se gana o se pierde por un voto, sin embargo, en la jungla de la política local perder o ganar la gubernatura por menos de 5 puntos porcentuales daría pie a impugnar el resultado y judicializar el proceso.
Fue honesto el consejero electoral Baltazar Trujano en la charla de ayer con Póker de Ases. Una victoria por hasta 5 puntos de diferencia del ganador sobre el derrotado se vuelve prácticamente imposible de revertir.
Barbosa en el 2018 pudo tirarle a Martha Erika 3 por ciento de la votación echando mano de recursos legales de revisión y reconteo, pero como la distancia entre él y la panista fue mucho mayor a dicho porcentaje no le alcanzó para derribarla.
Trujano sostuvo que el Instituto Electoral del Estado está preparado para todas las impugnaciones que sean tramitadas después de conocerse los resultados de la jornada comicial del 2 de junio.
La característica de los políticos poblanos es que impugnan hasta los que triunfan, es conducta habitual de los candidatos, antes de que el elector vaya a las urnas preparan sus impugnaciones.
Para ellos es mejor tener listo el recurso jurídico y depositarlo oportunamente en los órganos electorales correspondientes que no tenerlo y necesitarlo, estos modos sistemáticos demuestran lo politizadas de las elecciones en nuestra entidad y las mañas bien sabidas.
Si impugnan la elección de gobernador, por un triunfo o derrota menor al 5 por ciento, se encuentran listos los consejeros locales para dar trámite al asunto, aunque de antemano calculan que si uno de los candidatos supera esa distancia imposible será quitarle el laurel de la sien.
Habría que agregar algo que no dijo Baltazar Trujano, si el propósito del perdedor es revertir el resultado en una elección cerrada, también lo es negociar la derrota a cambio de favores y canonjías. @DiarioReporter