*El 84% no tendrá casa propia.
*Tienen menos del 70% de poder adquisitivo.
*Sus deudas son al consumo sin ningún rendimiento.
*Sus salarios ya como profesionistas serán muy bajos.
Por: Alberto pacheco
Hoy se vive el peor coctel de crisis conjuntas del que se tenga memoria, no solo estamos transitando por una crisis sanitaria que, aunque pareciera estar llegando a su final, sus estragos seguirán vigentes por muchas generaciones, por si fuera poco, estamos en la antesala de la peor crisis económica y humanitaria de la que se tenga memoria.
Muchos países se han declarado en quiebra o incapaces para abonar pagos a su deuda externa, en el caso de muchos otros, están al borde, teniendo niveles de deuda de hasta 10 veces superiores a sus reservas.
Los problemas del tercer mundo repercuten a todos, porque en la medida que la gente ya no puede comer, genera inestabilidad, conflictos y desplazamiento a otros países, y se verá en el aumento, tanto de mexicanos tratando de migrar a EEUU que de centroamericanos cruzando México para llegar al mismo destino con las repercusiones que eso implica a nivel social.
No se avizora esperanza próxima, porque las acciones de los gobiernos a nivel local siguen siendo poco menos que verdaderos paquetes de ineptitudes; apostándole todo a los servicios, el crédito al consumo y festivales que solo benefician a un puñado de corruptos (feria de Puebla). Encima, tenemos a una generación de jóvenes (16 a 30 años) que no produce, no genera valor agregado a la sociedad, vive constantemente desmotivada y sin foco en la vida.
De acuerdo a diversos estudios hechos por el IMCO, BBVA, el BID, entre otros, estas generaciones de jóvenes ya no encuentran en la educación una esperanza para trascender su nivel de vida, sino que vive con constante ansiedad de no saber hacia dónde van ni de qué, realmente quieren llegar a ser.
Y aunque 66 de cada 100 jóvenes en México que terminan el bachillerato, entran a la universidad, la realidad que enfrentan es que, al egresar, el salario promedio al que acceden es de tan solo $6,676.00 pesos mensuales y en una edad más adulta, no es más esperanzador, pues apenas y llega a poco más de 8 mil pesos por mes.
La expectativa de tener una casa propia está casi muerta, de los millennials, solo el 28% cuenta con casa propia, contra el 80% de la generación BOOMER y casi el 60% de la generación X; sin embargo, para los centennialls será aún peor, pues se calcula que solo un 16% tendrán un patrimonio propio después de los 40 años.
Lo que sí tienen los millennials y centennials por arriba de la generación X y Boomer, son deudas, sobre todo, crédito al consumo que no genera ningún tipo de rendimiento a futuro.
Por si lo anterior no fuera poco, la tasa de desempleo juvenil en México es de casi el 12% contra el 3.7% de la tasa de desempleo abierta y los salarios que perciben, comparados con las dos generaciones anteriores, tienen hasta un 70% menos de poder adquisitivo.
Mientras el endeudamiento promedio de las generaciones X y Boomers era hipotecario, es decir, para adquirir viviendas, el endeudamiento de los millennials y centennials es para adquirir productos como teléfonos, vehículos, computadoras y el porcentaje de sus ingresos que destinan al pago de deudas es de más del 50% contra el 17% de las generaciones anteriores.
La desfavorable situación financiera de los milenials y centennials les sitúa en una peor situación de partida para poder afrontar los retos de futuro, siendo el más relevante de ellos, el de afrontar su jubilación, puesto que la mayoría de jóvenes, trabajan sin contratos ni prestaciones básicas.
Y el pequeño grupo de jóvenes que se atreven a innovar y emprender, no encuentran el conducto que convierta sueños (sustentados) en realidades, pues no hay financiamiento a la innovación, solo programas que no aportan nada a la capacidad productiva del sistema emprendedor de México.
A pesar de todos los datos anteriores y las crisis que enfrentamos, no pareciera importarles mucho a los jóvenes mexicanos, pues la participación en el espectro público es también la más baja, pues de cada 10 jóvenes de entre 18 y 30 años, votan menos de 2, son la generación más ignorante pese a tener el mayor acceso a la información de la historia (EuroStat), además, la pandemia y el confinamiento, redujeron sus habilidades y competencias de forma considerable en comparación con el resto de países de la OCDE.
De acuerdo a la plataforma MARKETING FOR ECOMMERCE, los jóvenes mexicanos tienen en influencers como Kimberly Loaiza, Dana Paola, El Escorpión Dorado o Juanpa Zurita, a sus modelos aspiracionales que no solo son el reflejo de la pobreza mental con la que esta generación se está formando, sino que definen a lo que aspiran en la vida: a ser sencillamente un grupo o segmento de edad que puedan monetizar su propia estupidez, su propia ignorancia y su propia falta de rumbo en la vida, cosa que faltaba más, ni siquiera eso, van a lograr.
Los datos de la English Proficiency Index (EPI) nos ubica como el antepenúltimo lugar en Hispanoamérica, en cuanto a nivel de inglés en los jóvenes universitarios, tan solo delante de Ecuador y Venezuela y muy atrás de países como el Salvador y Honduras, lo cual, es un golpe casi mortal para las aspiraciones futuras de un profesionista, ya que el inglés no es un plus, es una obligación para medio competir en el mercado laboral con un poco más de éxito.
Conforme a los resultados de un estudio que realizó la Academia del Lenguaje, los jóvenes mexicanos, de las casi 100 mil palabras con las que cuenta el castellano, solo conocen en promedio un total de 240, mientras la media de los países hispanoparlantes de la OCDE es de entre 500 y 1000,
Hoy nuestra generación de jóvenes, es todo, menos esperanza, es todo, menos una palanca del desarrollo, es todo, menos sinónimo de progreso y mientras los procesos de globalización, sofisticación y disrupción que la tecnología trae consigo de manera imparable sigan adelante, nuestra generación en la cual debería estar cimentándose un mejor mañana como nación, se estará convirtiendo en algo menos que obsolescencia pura. Los retos de hoy, requieren a jóvenes cualificados, especializados, disruptores, conscientes de la responsabilidad histórica que les compete, algo que, lastimosamente, no tenemos como grupo y solo, como excepciones.
Esta generación de jóvenes mexicanos, va directo a convertirse en los próximos acomoda despensas con licenciaturas, en los próximos Godínez, pero aún, más pobres que los de hoy, nuestra generación de jóvenes mexicanos será la fast food del mercado laboral, es decir, para usar y desechar (Si no es que, en realidad…ya lo son). @DiarioReporter
Felicito al expositor ¡excelente articulo! en redacción y exposición de la realidad que vive y vivirá nuestra juventud mexicana, consistentemente los gobiernos dicen que uno de los grupos mas vulnerables es la juventud reconoce, sin embargo no hay programas y proyectos sustentados con verdadero recurso humano y económico por parte de las instancias correspondientes.
Invito a los gobiernos se involucren verdaderamente ahora que aun se puede evitar el desastre total para estos jóvenes del hoy y mañana. En sus informes declaran trabajar e informan trabajo que nunca se realizo.
Yo si creo en el karma y si los gobiernos se centran en cuanto ganaran en su periodo como servidores públicos y siguen beneficiando a un grupo de amigos, tarde que temprano les llegara su cosecha por no hacer lo que podrían hacer con consciencia. Es urgente pensar en todos y no en el Ego del Yo.