Por Jesús Ramos
Ignoramos en qué terminará el pleito de Barbosa y Nacho. Pero lo que debemos tener claro, es que el fin de semana inicia el desafío del diputado federal hacia el gobernador con el arranque formal de su campaña.
¿De qué otra manera podría interpretarse su propósito de ascender al trono sin el consentimiento del que reina en Casa Aguayo?
La disfrazará de asambleas informativas de la Reforma Electoral y suponemos que no lo detendrán las embestidas mediáticas, judiciales, políticas y de desprestigio orquestadas en su contra desde Casa Aguayo.
Se entiende que eso ya lo trae medido. Que sabe las fuerzas oscuras que enfrenta. El nivel de odios capaz de desatar. Y que la maldad del oponente carece de límites.
Si no cancela de última hora, despegará su proyecto político en Huauchinango reuniéndose con organizaciones sociales, empresariales, campesinos, comerciantes, liderazgos regionales, sacerdotes, pastores y medios de comunicación.
Y de ahí en adelante, recorrerá la entidad priorizando las ciudades de mayor renta electoral. El equipo que le acompaña es una masa deforme compuesta por priistas, panistas, morenistas, perredistas, emecistas y verdes.
Los grupos políticos con presencia en Huauchinango y la región son los de Ardelio Vargas, Heliodoro Luna Vite, Gabriel Alvarado, Liliana Luna, Rogelio López Angulo y Carlos Martínez Amador.
Varios de estos ya trepados con Nacho en su proyecto de gobierno para el 24 y lo que resulte de su enfrentamiento con Barbosa. El evento principal será en el Salón Zapata, aunque no el único.
Preguntarse en qué derivará esa diferencia tan rancia y fea entre el gobernador y el diputado federal podrá tener decenas de respuestas de toda índole, sin embargo, ninguna con augurios buenos.
El mismísimo Presidente de la República podría intervenir en un momento dado para meter paz o tregua al asunto, pero aunque así fuera, quedarían en ellos resentimientos difíciles de superar por el nivel de agravios cometidos.
Cuándo y dónde iniciaron sus diferencias, en qué momento el demonio los puso en combate, pudo ser en la elección del 2021 cuando Nacho incrustó a su hijo e hija en la alcaldía de Tecamachalco y la diputación local, aunque así fuera, las cosas han ido demasiado lejos.
Sea como sea el destino los tiene uno contra el otro, uno dispuesto a cometer cualquier locura para impedirle ser sucesor. Y el otro, decidido a acceder al trono a bayoneta calada. @DiarioReporter