Por Jesús Ramos
Nunca, jamás, ni en los sueños más desequilibrados de la política poblana pudo concebirse la idea que el PRI se quedará a mitad del fragor de la batalla del 24 sin representación en el Congreso del Estado.
Sin embargo, la posibilidad que ocurra es altísima. Un Legislativo sin priistas sería como una quesadilla sin queso, un chile en nogada sin capear, un casorio sin víbora de la mar, un idilio sin correspondencia.
Emigraron a Morena, al Verde y otros partidos la mitad de la bancada Revolucionaria e Institucional, la otra mitad no tarda. Y la curul vacante de Néstor Camarillo pa´ acabarla de amolar será ocupada por Rafael Ramos.
Rafa Ramos es activo político de Sergio Salomón, ilógico sería que se quedará a representar al tricolor, a ser objeto de burlas y menosprecios, engrosará seguramente las filas morenistas o de otro partido.
Nuclear el tamaño de desastre causado por el joven Camarillo a su partido, nadie, ni Marín siquiera en su caída al abismo dejó al instituto de las causas revolucionarias sin curules, lamentable, inconcebible tal perjuicio.
En Avengers Infinity War cada vengador se desintegra por la tontera de Thanos de acaparar todo el poder. Ni Néstor es Thanos ni Thanos es Néstor, pero actúan igual de mensos, destruyen sin reparar que son víctimas colaterales.
Tendría el PAN que revalorar su alianza con el PRI de Puebla. Recalibrar también si le dará lo mismo en las urnas que le iba a dar antes de que migraran los que ya se fueron. Imposible, no redituará lo mismo.
Se refugiaron en la 4T varias decenas de alcaldes, todos los caciques regionales y diputados locales y federales priistas, descarados o encubiertos, generadores todos ellos de sufragios en jornadas electorales.
Si PAN y Eduardo Rivera saben contar no cuenten con el PRI, su valor se desplomó y seguirá en picada, aunque nos duela el alma, aunque rueden por nuestras mejillas mares de lágrimas. @DiarioReporter