Por Jesús Ramos
Nada espanta ni sorprende en esta Legislatura local tan subordinada al Ejecutivo, ni siquiera que sea él quien designe a la futura coordinadora del PAN cuando se supone son adversarios políticos.
Para fines auténticamente democráticos ojalá fuera broma, pero no lo es. Ayudaría mucho al estado poblano que los partidos opositores se mostraran a la altura de las circunstancias para validar los equilibrios que tanta falta hacen a la separación de poderes.
Augusta pondrá a Karla Rodríguez, Aurora Sierra y Paty Valencia a contentillo de Barbosa para que elija al relevo de Eduardo Alcántara. Eso ocurrirá. Mientras no sea legisladora o legislador auténticamente combativo todo estará bien para el gobernante no así para la sociedad.
Igual y ellas ni lo saben, ¿por qué tendrían que saberlo?, secretos como ese se cierran en círculos tan estrechos como sea posible, dos o tres cuando más, Lalo Rivera, Augusta y Marco son suficientes.
Hay enfado en la bancada panista y con justa razón. Que no sea el partido sino el gobernante en turno quien seleccione al coordinador del PAN les calienta, jamás había ocurrido algo así, tanta genuflexión es vergonzosa.
Alcántara está rebasado. No le toman en cuenta sus compañeros. Tampoco le obedecen. Jamás articuló agenda legislativa alguna. Cada diputado navega como mejor le place y conviene a sus intereses personales.
Las sinergias de ellos son individuales no colectivas. Alcántara quiso orientar esas energías a buen destino, pero no pudo con ellas. Hay inteligencias superiores a la suya en la bancada azul, más oficio, experiencia y sensibilidad.
Micalco y Mónica son legisladores de grandes ligas, en la analogía del béisbol les dicen cuarto bat, mucha candela la suya y poder en las muñecas, esencias de las que carece el todavía coordinador.
El grado de sometimiento de Augusta al Ejecutivo es absoluto por más escandalera que armen para aparentar pleito. No son enemigos, son aliados, cómplices de lo pasado y lo futuro. Y en el mismo entendimiento avanzarán a la sucesión con Eduardo Rivera como proyecto político-electoral del 2024. A nadie engañan.
Son tres opciones de menú el que Augusta puso en la mesa de Barbosa. Cualquiera que elija profundizará la división del PAN. La actitud elástica del Comité Directivo Estatal frente al poder local es excesiva e inocultable. @DiarioReporter