Por: Jesús Ramos
Qué pensaran las mujeres aguerridas, las que se han partido el alma por la paridad de género cuando se enteren que a la Secretaría de Gobernación estatal se le olvidó dar los lineamientos para que en los plebiscitos de las juntas auxiliares las candidaturas de mujeres y hombres fueran en proporción de 50 y 50.
Terrible. Y los varones candidatos, que seguramente se dieron cuenta que no tenían tope de género, pues hicieron su agosto y avasallaron a las mujeres en proporciones abrumadoras. Las aplastaron.
“Figuran pocas mujeres en proceso electoral de juntas auxiliares”, dice el cabezal de una nota informativa del Sol de Puebla del lunes 17 de enero. Es cierto, son pocas, no hubo recomendación, ni lineamiento ni protocolo democrático de la Secretaría de Gobernación a ningún presidente municipal.
Y como no les recomendaron nada, ellos y los partidos que se esconden en estos plebiscitos, guardaron silencio ante el traspié tanto de Ana Lucía Hill como del director General de Gobierno Julio Huerta.
Esa es la razón de que en la Puebla que gobierna Eduardo Rivera Pérez se registraran 84 planillas de hombres y apenas 10 de mujeres. ¿El alcalde habrá notado el agandalle masculino y de los partidos políticos? Seguramente sí. Pero tampoco ha dicho nada.
La falta de pericia y su desconocimiento de los procesos democráticos organizados en esta fecha por las presidencias municipales fueron los elementos clave para que Ana Lucía y el primo del mandatario cometieran tan garrafal error.
Sin equipos competentes, con experiencia en estos menesteres, que les informaran el requisito básico de la paridad de género, los responsables de Gobernación probablemente creyeron que lo suyo, lo suyo, sólo era vigilar y brindar seguridad, nada más. Pues no.
Lo que no tendría que pasar pasará, será un retroceso significativo en las conquistas femeninas que en los niveles de gobierno de las juntas auxiliares los representantes electos sean varones en su mayoría y muy pocas mujeres.
Por este osotote, hoy vale la pena recordar que las mujeres mexicanas lograron ya la equidad de género en las elecciones constitucionales, ocupan puestos importantes de gabinete, magistraturas, son mayoría en el Congreso poblano y siguen luchando por trato igualitario en remuneraciones y reconocimiento.
Pero esta vez, por olvido o lo que quieran, los varones políticos les comieron el mandado en las juntas auxiliares. Y al día de hoy, me parece que ni por enteradas están.
Por el bien de la democracia y la equidad de género, ojalá hagan algo. Tienen tiempo todavía. @DiarioReporter